Los seres humanos somos animales, pero lidiamos con presiones ambientales totalmente diferentes a las de los animales salvajes. Muchos de nosotros pasamos largas horas en la oficina y luchamos día a día para cumplir con pagos, facturas y otros compromisos. La capacidad adaptativa es una característica de la evolución humana que se ha visto ensombrecida por la ansiedad y estrés que sufre la sociedad actual.
El libro de Robert Sapolsky “Por qué las cebras no tienen ulceras” es un apasionante tratado sobre el estrés crónico. Explica de manera detallada por que los atascos en el tráfico, ir a la oficina de correos o incluso sentarse a esperar que te atiendan simplemente no es “la naturaleza de la bestia”. El ser humano no evolucionó con el sistema fisiológico necesario para soportar estos factores de estrés artificial de manera saludable, es porque nosotros (en comparación a las cebras) sufrimos de enfermedades relacionadas con el estrés crónico.