¿Sabes que es el complejo de inferioridad?

De acuerdo con los especialistas, el complejo de inferioridad es la idea acerca de la relación entre semejantes por la que el sujeto percibe encontrarse en desventaja por alguna circunstancia física o psicológica, real o imaginada. Es decir,  éste complejo consiste en subestimar lo propio y sobrevalorar lo ajeno.

Sabes que es el complejo de inferioridadEs una limitación propia que surge de la percepción personal, es decir, no es un criterio externo el que te coloca en esa posición de víctima sino que tú mismo, de forma inconsciente, piensas que careces del valor suficiente. Los complejos que se generan en la infancia, están creando los cimientos para una posible perturbación de la personalidad en la adolescencia. Las vivencias de las primeras etapas de  la vida irán posteriormente reforzando ese complejo.

Este complejo es más bien un manojo de ideas equivocadas, mezcladas con impresiones falsas, que hacen que la persona con este complejo sienta y crea consciente o inconscientemente que él o ella es inferior en alguna forma a las otras personas. Parte de este sentido de inferioridad puede ser una herencia racial aunque la mayoría de los sentimientos de inferioridad son adquiridos o son introducidos en nuestra mente, es un hecho que no nacemos con ellos.

El complejo de inferioridad es causado por el fracaso en alcanzar un nivel deseado después de experiencias repetidas, por lo cual la persona llega a aceptar que no puede compararse favorablemente con los demás. El fracaso puede deberse a falta de habilidades o destreza, generando a su vez reproches continuos en la persona.

Algunas señales que revelan el complejo de inferioridad en una persona son:

–          La sensibilidad a las críticas.

–          Una marcada tendencia a culpas a los demás.

–          Respuesta inapropiada a los elogios.

–          Sentimientos negativos de competitividad.

Los sentimientos de inferioridad pueden provocar inhibición y retraimiento, dando lugar a que se vaya constituyendo una personalidad tímida e insegura, dentro de un marco de escasa actividad social. Sin embargo, si el sentimiento de inferioridad no es demasiado intenso puede llegar a estimular el afán de superación desde la misma infancia.

Pero ¿Cómo  puedes vencer este complejo de inferioridad?

Para superar este complejo, lo primero que debemos hacer es detectar cuáles son los pensamientos negativos que nos llevan a sentirnos así. Muchas veces son automáticos, normalmente acuñados en nuestro inconsciente desde temprana edad.  Una vez que los hayamos detectado, deberemos esforzarnos en desactivarlos, al tiempo que los sustituimos por pensamientos positivos, que nos ayuden a combatir esta ansiedad.

Analiza tu entorno. Analiza lo que tienes a tu alrededor y los comportamientos de los demás, cómo puedes interiorizar algo para que tú puedas aprovecharlo en tu vida o tu trabajo. No se trata de copiar lo que hagan los demás, se trata de ver qué posibilidades existen en lo que tienes cerca, o valorar si lo que está lejos es mejor, y cómo puedes acceder a ello.

No busques compararte con los demás. Hay una diferencia en ser inferior y un sentimiento de inferioridad. Ser inferior es simplemente algo relativo. Pero no todo el mundo se siente inferior. Encontrar defectos en nosotros mismos en función de si los demás nos encuentran lo suficientemente bueno o no, no va a ayudar a nadie. Se vuelve peligroso cuando en realidad actualmente puedes ser mejor que otros, pero de alguna manera te sientes peor que ellos.

Cambia de actitud. Hay que saber reconocer qué es lo que uno tiene para dar y a partir de allí hacer los progresos necesarios para superarse a sí mismo, fijándose metas alcanzables para uno. Cuando el sentimiento de baja autoestima surge a partir de defectos físicos notorios muchas personas intentan corregirlos recurriendo a tratamientos cosméticos o a la cirugía estética. Piensan que de este modo dejarán de sentirse acomplejados. Sin embargo, no siempre lo consiguen. Ello sucede porque las modificaciones externas sólo pueden ser útiles si uno cambia la actitud frente al mundo.

El problema de las personas que tienen complejo de inferioridad es que se identifican con lo que les falta y no con lo que tienen, otorgándole además una importancia desmedida  a esa opinión de los otros.

Uno mismo debería poder ser conscientes de los sentimientos y complejos de inferioridad y disolverlos mediante la misma consciencia. Sólo cuando estos sentimientos y complejos sean incontrolables o empiecen a tener repercusiones psicológicas hay que acudir al especialista y posiblemente seguir un tratamiento específico.

¿Cómo establecer metas a corto y largo plazo?

El establecimiento de metas consiste en la planeación  de dónde o qué queremos estar haciendo a futuro. Para lograr establecer una meta o tener un plan, primero debemos haber visualizado algún tipo de sueño o deseo que queremos hacer realidad. Este sueño puede ser algo tan anhelado como tener una exitosa relación de pareja, adquirir una casa o incluso el ascenso a un mejor puesto de trabajo.

Cómo establecer metas a corto y largo plazo Lo primero que debes hacer para establecer tus metas es decidir aquellas que realmente desees realizar. ¿Cuál de ellas cambiará tu vida si la consigues? ¿Qué es lo que verdaderamente necesitas? ¿Qué meta te hará sentir  feliz y realizado si la logras?

La visualización te ayudará a decidir qué es lo que verdaderamente quieres. Es muy fácil de llevar a la práctica, basta con que busques un lugar tranquilo en el que nadie te interrumpa y te sientes a imaginar todo eso que deseas para el futuro.  Luego de haber visualizado tus sueños,  las metas que establecerás deben tener como propósito conducirte hacia esos sueños.

Por ejemplo, si tu meta es trabajar en una embajada,  tu primer objetivo será estudiar ciencias políticas, aprender más de dos idiomas y desarrollar tus habilidades de comunicación. Cada meta  por sí sola no te llevara a ocupar ese puesto, sino que el logro de todas – organizadas previamente en un plan bien elaborado – estas es lo que lo hará.

Algunos de los aspectos que debes considerar antes de fijarte una meta es que:

–         Las metas deben ser un reto posible de lograr: Por ejemplo, si tu meta es estar en forma para finales de año, debes comenzar a perder peso gradualmente. Si decides que perderás un kilo cada semana, debes asegurarte de que eso sea posible – a través de una dieta balanceada, haciendo ejerció, etc. 1 kilo es una cifra posible, pero en cambio, si te proponer perder 20 kilos, se vuelve una meta inalcanzable y el no concretarla te haría sentir deprimido y sin ganas de seguir intentándolo. Por el contrario, si gradualmente pierdes un kilo a la semana, te sentirás motivado, puesto que los resultados son palpables y tu aproximación a tu meta es cada vez menor. La meta que te fijes, sea cual sea, debe ser medible. También deben ser un reto que te motive lo suficiente y que el logro del mismo impida que te rindas y dejes atrás esa meta.

–         Las metas deben tener un límite: Para establecer una meta, debes fijar un límite del tiempo para el mismo. No estoy diciendo que debas lograrlo en un día o dos, pero tampoco vas a vivir cien años. El tiempo apremia y de fijar un límite de tiempo para tus metas, puedes terminar perdiendo la motivación o terminar desechando la idea ante la falta de resultados.

–         Las metas deben ser medibles: Supongamos que decides que “quieres ser bueno en inglés”. Pero, ¿a qué te refieres con ser bueno? Esa no es una meta muy clara. En cambio, si tomas clases de inglés y pasas tus exámenes, estarás consciente de cuál es tu nivel, cuáles son tus fortalezas y tus debilidades. Siguiendo la misma línea, supongamos que continuas aprobando los  siguientes niveles en el curso, a medida que apruebas cada uno de ellos, seguirás avanzando hacia el termino de esa meta. Cada nivel del curso tiene sus propias evaluaciones, cada nivel tiene una nota y así sucesivamente hasta que presentes el examen final con el que certificarás tu nivel de inglés. Ese ejemplo, muestra la manera en que está seccionada una meta. De igual forma puedes aplicarlo con  un negocio, en el que estimes la cantidad de ganancias para un mes, un semestre, un año etc. El que una meta sea mediable te ayuda no solo a lograr dicha meta sino a conseguir  objetivos específicos.

–          Las metas pueden ser a largo o corto plazo: Es normal encontrarnos con personas que se fijan metas a largo plazo y por lo general terminan lográndolas en mayor porcentaje que aquellas que se fijan metas a corto plazo y terminas frustradas o decepcionadas. Debes tener en cuenta que la planeación a largo plazo puede aumentar tus posibilidades de lograr una meta concreta y puede ayudarte a recompensar tanto el tiempo o el dinero invertido.

Por último, pero no por ello menos importante, debes tener presente que un elemento indispensable para lograr una meta es la auto disciplina. La cual te permitirá anteponer tu meta ante cualquier distracción o entretenimiento momentáneo que pudiera entorpecer el logro de la misma.

¿Sabes respetarte a ti mismo?

Es claro que todos debemos aprender a aceptarnos tal y como somos, pero al mismo tiempo no debemos olvidar jamás amarnos tanto a nosotros mismos como a los demás. El amor propio es el primer paso que te llevará hacia la aceptación – y el respeto – hacia  los demás.

¿Sabes respetarte a ti mismo?Si no te respetas a ti mismo no podrás respetar a las demás personas. Cuando hay un verdadero dese de mejora nuestra autoestima hace acto de presencia, pero esto a veces no es tan fácil como debiera ser.

Mucha gente de una manera u otra experimenta insatisfacción consigo misma por diferentes razones. Una de ellas es que no están satisfechas con su apariencia o sus características personales. Esto tiende a explicarse como una baja autoestima que a su vez se considera la base de fracasos, infelicidad y frustraciones constantes.

¿Cómo desarrollar nuestra autoestima?

Generalmente, las faltas de respeto, comienzan con faltas de respeto a uno mismo. Habría que comenzar por revisar detenidamente cómo y por qué yo lo permito y no tanto por qué el otro lo hace. La gente no es capaz de desarrollar respeto por sí misma si tiene una baja autoestima. Las personas así, tienden a sentir celos y envidia ante el  más mínimo avistamiento de éxito ajeno, sin importar si se trata de su familia o amigos.

La autoestima es una parte clave de la personalidad. Define nuestra identidad y la manera en la que nos relacionamos con las personas que nos rodean. Tener una autoestima equilibrada hará que nos queramos a nosotros mismos, que tengamos la suficiente confianza en nuestras capacidades como para intentar nuevas metas y conseguir logros-

La autoestima normal o equilibrada  se forma básicamente por la influencia de gente exitosa, cuyas opiniones son respetadas por la mayoría. Es necesario que la autoestima se desarrolle desde la niñez ya que desde niños estamos expuestos a la opinión  pública.

Además, durante las etapas de nuestra vida, las personas tendemos a comparar la imagen que tenemos de nosotros mismos con los ideales que hemos establecidos desde entonces. Aprender a quererse a uno mismo no es tratar de gustarles a las demás personas, esto es bastante desgastante y demuestra una muy baja autoestima, porque se da a percibir que no se posee de una personalidad propia. Si la imagen que tienes de ti mismo tiende a ser mala o dista mucho de la perfección de esa imagen mental que tienes en tu mente, el resultado será una baja autoestima o una falta de respeto hacia ti mismo.

Una persona que no está satisfecha consigo mismo por creer que debería ser distinta o dista de esa imagen de perfección pre-establecida, es una persona eternamente insatisfecha con todo y buscará los motivos de sus fallas en los demás. Adoptan la idea de que no pueden esperar que algo les resulte bien en la vida y tampoco creen poder llegar a ser exitosos en algo. No es de extrañar que las personas estén bajo sentimientos de culpa, amargura, resentimiento, desesperanza, desánimo, confusión, angustia, entre otros, basados en errores anteriores.

Hay que darse cuenta de nuestras propias necesidades y valores y satisfacerlas. No debemos dejar siempre que queden en segundo plano para satisfacer a los demás. Se suele confundir la defensa de las necesidades propias con el egoísmo pero no es así. Tenemos el derecho, como todos los demás seres humanos, a que nuestras necesidades sean escuchadas y atendidas.

Pero si llegan a tener buenos resultados en algo, intenta alejarse de dicha posibilidad argumentando que más bien es una “cuestión de suerte”, ya que no confían en haber llegado a ese punto gracias a sus habilidades o mejor dicho, por ellos mismos.

Esto da como resultado un círculo vicioso en el que una persona no suele tener éxito debido a la eterna insatisfacción consigo mismo y se siente infeliz debido a que jamás se ha sentido capaz de lograr sus objetivos. Esas personas cuya  autoestima está baja, deberían olvidarse de la desesperanza y tomar el curso de sus vidas en sus manos. Siempre habrá una forma de resolver los problemas o proceder, aún en las situaciones más complicadas. Recuerda, el respeto hacia uno mismo aparece cuando alguien cree en sí mismo. Respetarse a uno mismo, es un trabajo indispensable para vivir en armonía con uno mismo y con los demás.

 

 

 

¿Cómo puede el optimismo ayudarte a mejorar tus relaciones?

Así como el optimismo puede ayudarte a lidiar con tus enemigos o gente indeseable a tu alrededor, también puede llenar tu mundo con personas amorosas y enriquecedoras para ti.

Los escándalos, las peleas, las discusiones acaloradas – todas estas cosas pueden ser parte de la vida de la mayoría de la gente. En el trabajo, solemos estar disconformes con nuestro jefe y criticarlo constantemente, discutir con nuestro cónyuge en casa,  indicándole a tus hijos como comportarte, qué hacer, etc.

Además, solemos desgastarnos y perder mucha energía y ánimo cuando vivimos discutiendo de esta manera. Nos sentimos exhaustos, comenzamos a sentir lástima por nosotros mismos y si tenemos a alguien que nos comprenda, resulta maravilloso.

Pero en realidad, sabes ¿Cómo evitar todas estas discusiones?, ¿Cómo hacer que tus seres queridos verdaderamente te estimen?, ¿Cómo hacer que tus colegas te respeten? Quizás no, pero es posible. El optimismo puede aplicarse como una serie de simples reglas que te permitirán actuar no solo en base a emociones positivas sino que te ayudara a tener esa apertura al diálogo necesaria para una sana convivencia.

Pero ¿Cómo es que el optimismo exactamente te ayudará a desarrollar mejores relaciones? Todos sabemos que el mundo es un sitio basto, diverso. De modo que hemos aprendido a aceptar todas esas particularidades del mundo en que vivimos. Así mismo lo son las personas que habitan el mundo, las cuales son completamente distintas: cada una tiene su propio carácter, sus gustos, estilo de vida, sueños y deseos.

Quizás seas una persona muy propia y educada, mientras que tu colega es una persona grosera. Esto no quiere decir que él sea malo y tu el bueno, sino que él tienen su propia manera de ver el mundo y que es distinta a la tuya por múltiples motivos. Recuerda, el mundo es una pluralidad, todos somos diferentes y  debes aceptarlos tal y como son.

No intentes cambiar a alguien. Sin importar si se tratar de tu cónyuge, tu amigo o tu colega. Si haces eso, no tendrás éxito y además terminarás sintiéndote frustrado.

¿Qué es lo que te hace esforzarte en la vida?  En ocasiones, la gente tiende a pensar demasiado sobre alguna idea que les viene a la mente y cuando no son capaces de llevarla a cabo, se sienten deprimidos.

Por ejemplo, podrías llegar a pensar que el hombre o la mujer de tus sueños debería ser una persona adinerada y generosa pero la persona de la que estás enamorado no cumple con esos criterios. Es ahí cuando comienzas a quejarte y finalmente, luego de innumerables discusiones y esfuerzos por hacerle cambiar, terminan rompiendo.

Para evitar esto, debes olvidarte del perfeccionismo. Está claro que todos – o la gran mayoría – desea mejorar su vida pero no debes olvidar que nada es perfecto. Acepta a tu pareja tal y cómo es, recuerda ver las cosas positivas en ella, olvídate de sus errores y no vivas asediando sus defectos.  Y una vez más, no intentes cambiarlo. Sólo así serán capaces de mejorar su relación.

Aprecia lo bueno, confía en tu pareja y apóyate en el afecto que se tienen para lidiar con esos detalles que ocasionan roces entre ustedes. Si llegan a tener discusiones, no es motivo para alarmarse. Analicen lo que ocurre, perdónense, platíquenlo. Si son capaces de resolver sus diferencias con un poco de optimismo de por medio, esta podría ser la base para resolver problemas a futuro y por ende, la “solución” que les permitirá seguir unidos.

El optimismo nos ayuda a salir adelante en la vida, a resolver mejor nuestros problemas y a disminuir el sufrimiento.  El pesimismo por otra parte, nos limita, nos impide ver con claridad y objetividad el problema y su solución, aumenta el estrés y la preocupación y fácilmente se lo transmitimos a la gente que nos rodea. Si logramos adquirir una actitud más optimista en nuestro día a día, Tendremos mayores probabilidades de tener éxito en aquello que hacemos, porque tenemos una actitud abierta, mayor perseverancia y mejor autoestima tanto para nosotros mismos como hacia los demás.

Cansancio: las razones médicas que lo generan

Cualquier enfermedad, sobre todas las graves y dolorosas, nos hacen sentir cansados. Sin embargo, algunas enfermedades más leves tienden a disminuir nuestras energías sin que nos percatemos de ellas.

Cansancio: las razones médicas que lo generan¿El cansancio se puede confundir con enfermedad? Si estas durmiendo  ocho horas diarias de sueño por la noche y aún así te sientes cansando, es necesario que visites a un médico.  También resulta conveniente visitar al médico si tienes alguno de estos síntomas:

          Mareo

          Visión borrosa

          Pérdida o ganancia de peso inexplicable

          Hinchazón en extremidades

          Estreñimiento crónico

          Insomnio

          Dolor de cabeza constante

No obstante, los padecimientos médicos que podrían estarte haciendo sentir cansando son:

 Enfermedad celíaca. Es una enfermedad del sistema inmune en la que las personas no pueden consumir gluten porque daña su intestino delgado. En personas con predisposición genética, cuando el gluten de la dieta llega al intestino delgado atraviesa la barrera epitelial y reacciona con las células de la zona desencadenando una inflamación en la mucosa. Ésta es la responsable de la diarrea y la pérdida de peso, síntomas característicos de la enfermedad aunque no los únicos

Los síntomas frecuentes la anemia, la osteoporosis, el estreñimiento y el cansancio crónico. También puede aparecer irritabilidad, insomnio y síntomas depresivos.

Anemia.  La anemia es una enfermedad caracterizada por una disminución anormal en el número de glóbulos rojos o en su contenido de hemoglobina. Las más comunes son las anemias heredadas o trastornos congénitos por malnutrición, por parasitosis y debido a trastornos hormonales. La anemia cuando se manifiesta lo hace con mareos, cansancio crónico, fatiga, palidez, palpitaciones y en caso de ser muy avanzada hasta con desmayos.

Fatiga crónica. El síndrome de fatiga crónica se caracteriza por un gran cansancio inexplicable después de cualquier tipo de esfuerzo mínimo, pese a tener la voluntad de hacerlo. Los síntomas del síndrome de fatiga crónica son similares a los de la gripe y otras enfermedades virales comunes y abarcan dolores musculares, dolor de cabeza y fatiga extrema. Sin embargo, los síntomas del SFC duran por seis meses o más.

Apnea del sueño. La apnea del sueño (ó Síndrome de apnea obstructiva del sueño – SAOS) se trata de una alteración en el sueño caracterizada por episodios de ausencia de respiración (llamadas apneas), asociadas a múltiples despertares durante la noche. La somnolencia diurna y la fatiga causada por la apnea del sueño traen severas consecuencias en lo laboral y trastornos en actividades de rutina.

Hipotiroidismo. El cansancio en el hipotiroidismo es la consecuencia de las alteraciones del sistema muscular que se producen cuando el tiroides no trabaja bien y no produce la cantidad de hormonas tiroideas que el organismo necesita. El déficit de hormonas tiroideas se manifiesta de muchas maneras, pero el síntoma que el paciente siente de una forma más evidente es el cansancio.

Diabetes. Sus síntomas particulares son el aumento de la necesidad de beber y de la cantidad de orina, la sensación de cansancio y la pérdida de peso. , cansancio y falta de energía, que no debe confundirse con la somnolencia, que es cuando sentimos la necesidad de dormir. La fatiga puede ser la respuesta normal al estrés, el esfuerzo físico o la falta de sueño, pero cuando es muy frecuente y no podemos explicar sus causas, entonces puede deberse a un trastorno mental o físico más grave, como la diabetes.

Ansiedad. Los sujetos afectados por estados de ansiedad crónica se encuentran cansados al acostarse por la noche, y al levantarse por la mañana. Muchos se quejan de que están «siempre cansados»; ni el reposo ni el sueño parecen mejorar su estado de postración o aportarles más fuerza y energía.

 A menudo se registran notables variaciones en la sensación de profundo cansancio; en un momento dado el paciente se siente exhausto y en otro momento, a veces apenas unos minutos después, está lleno de energía y es capaz de afrontar cualquier tarea.

El agotamiento es una respuesta importante y normal tras un esfuerzo físico, tensión emocional, o carencia de sueño.

 Cuando el cansancio con o sin adormecimiento o con o sin apatía se presenta sin causa conocida que lo justifique es cuando se debe tomar como un síntoma que debe ser estudiado desde el punto de vista médico.

En primer lugar, se deben ajustar las causas normales de cansancio como son el esfuerzo físico, la tensión emocional, o la carencia de sueño. Cuida que tus  comidas sean equilibradas y a sus horas. Evita tomar medicamentos que produzcan cansancio como antialérgicos, antihipertensivos, ansiolíticos, diuréticos,  etc. Si a pesar de ello no mejora en cansancio deberá acudir a su médico.