Cuando leemos libros sobre desarrollo personal y demás artículos que pretenden ayudarnos a llevar una vida mejor, siempre se hace hincapié, en general, en que seamos positivos. Seguramente con ayuda de estos recursos aprenderás todo acerca de cómo decidir lo que quieres y cómo conseguirlo; sin embargo, también hay pautas específicas para hacer frente a situaciones en las que nada parece estar funcionando a pesar de tus mejores esfuerzos. Una de las cosas más complicadas de manejar es el hecho de como tratar con gente difícil, sin importar cuán maravilloso seas.
Los motivos por los cuales no le agradas a alguien pueden ser incorrectos, injustos o simplemente, no hay un motivo en especifico como tal. Que alguien nos agrade o desagrade depende mucho de la manera en que percibimos sus atributos y motivaciones de esa persona.
Actuamos de distinta manera con cada persona que se nos cruza en la vida dependiendo de lo que hacen, como son, el contexto de sus comportamientos. Vamos a atribuir cualidades a las personas de acuerdo a nuestras experiencias pasadas, todos tenemos en la memoria almacenados claves de un comportamiento y lo que significa en la referencia, y así mismo, le hemos atribuido un significado a ese comportamiento.
Yo recomiendo un plan de tres pasos para hacer frente a este desafío:
Intégrate en el grupo
Busca un grupo de compañeros integrado por personas de tu agrado y trata de hacer amistad con personas de este grupo. Construirás una reputación positiva con estas personas de una en una y tu imagen pública se dará a conocer a los ojos de las demás personas, incluso aquellas con las que te es difícil relacionarte.
Esto es como crear tu campaña de relaciones públicas directamente con las personas que tienen una mayor influencia sobre las opiniones de las demás personas, incluidas aquellas a las que no les agradas. La presión social de grupo es una poderosa manera de cambiar la percepción de uno de los miembros del grupo.
Trata de hacer un progreso gradual con la persona en cuestión y con el tiempo podrías terminar cambiando la relación negativa a una neutral e incluso positiva.
Se considerado contigo mismo si la situación después de un tiempo todavía te molesta. Es perfectamente natural sentirse incomodo cuando le desagradas a alguien, sin embargo, es absurdo darle vueltas al asunto una y otra vez.
Comunícate con esta persona y enfócate a mejorar la situación. El progreso paulatino, aumentará su confianza y le ayudará a comunicarse mejor con los demás.