La convivencia en familia, en el trabajo, en la escuela y hasta en la sociedad a veces podría resultar toda una situación en la que, debido a causas ajenas a ti, la otra persona resulta ser negativa, indiferente, crítico, insensible y varios adjetivos más. Si sabes cómo lidiar con gente toxica y hacerle frente a estas situaciones, ten por seguro que tu estado de ánimo no se verá afectado.
Sin embargo, cuando estás rodeado de este tipo de personas, éstas tienden a drenarte emocionalmente. Te hacen sentir mentalmente cansado, transmiten su negatividad logrando – quizás sin siquiera proponérselo – que te sientas abatido, insignificante o falto de capacidad.
Esto es un reflejo de que no estás protegiéndote a ti mismo, no estás viendo la vida por ti mismo sino que lo haces “infectado” con las emociones negativas que la o las personas negativas a tu alrededor te transmitieron.
Pocas cosas son tan dañinas como la gente negativa. Si esta gente son tus enemigos, puedes sencillamente pasar de ellos y mandarles a tomar vientos. Pero el problema surge cuando los negativos son tu madre, tu marido, tu esposa, tu pareja, un amigo, una amiga. Entonces no puedes mandarles a tomar vientos y el problema se agudiza cuando encima son buenas personas y te quieren, pero están haciendo añicos tu autoestima.
No obstante, existen pasos o medidas que puedes tomar para evitar este tipo de situaciones y así lograr lidiar con la negatividad de las personas. Puedes comenzar haciéndolo al:
Exprésate. Hazle saber a la otra persona, de la manera más amable posible, que tú no aprecias sus comentarios, sus comentarios ni su comportamiento. Dile que preferirías mantener una mentalidad más positiva y que por el bien de su convivencia, requieres cierto grado de respeto, aceptación y espacio personal. Si la otra persona te aprecia de verdad, seguramente tomará nota de ello. Y si continúa con esa actitud hacia ti, serás entonces tú quien decida si deseas persistir y resistir o bien, seguir adelante. Ten presente que hay personas que difícilmente cambian, así que no te aferres a la idea de hacer cambiar a alguien más.
Apártate. Si ya has reiterado tu opinión en varias ocasiones en el pasado y ni así parece haber cambio alguno, apartarte de ese tipo de personas puede mejorar bastante las cosas. Si bien pudiera no ser posible simplemente romper tu relación con esa persona (ya sea porque son parientes, compañeros de trabajo, etc.) si puedes salir de la habitación, ir a caminar y cambiar de escenario al menos durante unos minutos.
No estoy sugiriendo que hagas esto siempre que surja una conversación desagradable, sino cuando lo consideres natural y necesario. Sin embargo, si te enfrentas a críticas constantes y una negatividad constante, podría ser necesario poner tierra de por medio o limitar tu convivencia con esta persona tanto como te sea posible.
De la misma forma, el hecho de que tengas que lidiar obligatoriamente con personas negativas –como por ejemplo un jefe o un suegro insoportable– no quiere decir que necesites establecer una relación “comprometida” con esa persona. Puedes llevarte bien con una persona negativa, pero no te sientas obligado a establecer una amistad profunda.
Protégete. El truco aquí es la disciplina mental. No adoptes ese tipo de patrones de pensamiento negativo. Por otro lado, las personas que piensan en negativo también se comportan de este modo con la finalidad de evitar una posible decepción. Por ejemplo, alguien que hace una entrevista de trabajo, acude la oficina y se dice a sí mismo: “Seguro que no soy el elegido”. De este modo, una vez que confirma que no ha superado el proceso de selección, se afianza todavía más en sus ideas negativas como si fuesen certezas.
Todos hemos oído alguna vez aquello de ver la botella medio vacía o medio llena. Siempre podemos enfocar nuestra mente en el lado bueno de la situación en lugar de centrarnos exclusivamente en la parte negativa. Incluso las situaciones más desafortunadas pueden tener su lado positivo. Es necesario que sepas identificar a la gente negativa que tienes a tu alrededor. Estas personas no te van ayudar para nada en tu desarrollo personal al contrario van a ser como una piedra en tu camino a mejorar la autoestima.
Así, mientras que por ejemplo para algunos un serio contratiempo laboral, familiar o personal puede representar la confirmación de que todo me sale mal, soy un/a perdedor/a, mi vida está arruinada, etc. para otros puede suponer una oportunidad de aprendizaje y de cambio si eligen el enfoque positivo.