Hoy en día casi todo el mundo atraviesa el gran reto que representa el encontrar un equilibrio entre la vida profesional y la personal, y esto es principalmente más difícil para aquellas personas que no son sus propios jefes o que por el contrario están luchando por hacerse de un mejor lugar en la jerarquía del empleo.
Generalmente las jornadas laborales son largas por lo ue se debe estar lejos de la familia o incluso, las circunstancias de algunos puestos obligan a las personas a permanecer lejos de casa por días o semanas. Sin duda alguna encontrar un equilibrio para esto es la clave para poder sobrevivir a esta colosal industrial.
Los ejecutivos afirman que ellos, sin embargo, fomentan la flexibilidad horaria entre la plantilla y que muchas veces salen del despacho para decirles a sus empleados que se vayan a casa. ¿Pero, a qué hora se lo dicen, cuando ya han sobrepasado con creces el horario o cuando han terminado ese informe que les ha obligado a permanecer en la oficina haciendo horas extras? Lo que cuesta creer es que los empleados se vayan a ir a casa y dejar la oficina desierta si el jefe no ha llegado todavía de una comida de trabajo. Muchas veces ellos deberían predicar con el ejemplo, y ser los primeros en cerrar el despacho y no prolongar en exceso la jornada. A continuación te presento un par de consejos para que logres este equilibrio:
1.El primer paso es que le des tanta importancia a tu trabajo como a tu vida personal de manera organizada. Las reuniones sociales de los fines de semana a veces causan «jet lag social» porque le cambian las horas de sueño y lo dejan aún más cansado. Pero, si lleva horarios de sueño relativamente normales los fines de semana (por ejemplo, sin alejarse más de una hora de los horarios de la semana), le será más fácil descansar bien a la noche de lunes a viernes.
2. Organiza tus prioridades. De la misma manera que hacerse un tiempo para trabajar algo el fin de semana es positivo, también es importante administrar el tiempo libre. Trabajar le permite prepararse, pero relajarse le permite recargar energía. En lugar de sólo apartar tiempo para trabajar, recuerde apartar tiempo específicamente para relajarse. Liberar la mente le permitirá concentrarse en la semana que se viene.
3. Resuelve sus problemas personales. Regresar a casa tras un día agotador y encontrarse con problemas familiares, de pareja o financieros desgasta. Para salir al trabajo y desempeñarse con excelencia, es necesario que su vida personal esté en orden. Invierta tiempo en conversar con su pareja, pase tiempo con sus hijos, frecuente a sus padres o lime asperezas con algún ser querido.
4. No dejes de tomar vacaciones. Aunque la carga de trabajo sea muy alta, haga todo lo posible por tomar sus días de vacaciones. En ocasiones, salir de viaje puede ser tan estresante como la oficina. Por ello, es importante no saturar tus días libres con muchas actividades. Utilice ese tiempo disponible para descansar, pasar tiempo de calidad con su familia y relajarse. Evite atender asuntos laborales.
5. Se flexible con tus tiempos. Muchos de los que aseguran tener un equilibrio entre su trabajo y su vida personal señalan la flexibilidad de sus horarios como un factor importante. Una investigación reciente encontró que en los últimos siete años, se ha dado mayor flexibilidad a los trabajadores para mantenerlos contentos y aumentar la productividad, por lo que ser flexibles se verá recompensado por los empleadores a largo plazo.
Piense bien sobre las expectativas y actitudes, y en cuanto a las tareas que se necesitan llevar a cabo. No mida cuánto vale usted como persona en términos de cuántas tareas puede efectuar. Haga de esas horas, minutos o segundos compartidos con su familia un momento extra especial. Mucha gente opina que no existe el equilibrio entre trabajo y vida personal, pero yo discrepo, sí que existe pero es diferente para cada persona.
Por eso habrá consejos que a ti no te solucionarán nada y a otra persona sí. Es algo que menciono en casi todos mis artículos, y es que es fundamental, tienes que conocer tus valores, prioridades y necesidades en este preciso momento (ya sabemos que irán variando con el tiempo, pero lo que te preocupa es el presente) para poder determinar la mejor manera de conciliar trabajo y vida personal para ti y tu familia. Y no te agobies si te parece que tu vecina es feliz y tú no, lo que a otra persona le hace feliz no tiene por qué hacerte feliz a ti.