Tanto en el trabajo como durante en las horas de estudio, mantener el ritmo y la concentración se hace a veces muy cuesta arriba. Ya sea por cansancio, estrés, o un cúmulo de factores externos, nuestro rendimiento se puede ver mermado.
La falta de concentración y las distracciones influyen negativamente en la forma en la que nos desempeñamos a diario. Ya sea en el trabajo, estudiando o en las tareas del hogar, rendimos menos de lo que en realidad podemos y queremos rendir.
Aceptar que se trata de un problema por más que sea algo frustrante es el primer paso para comenzar a tratar la desconcentración en cuestión. Partiendo desde allí, un cambió en los hábitos, la alimentación y algunos ejercicios pueden ayudarnos a cambiar este problema.
Existen técnicas para mejorar la concentración, pero los expertos insisten en que una buena dieta es el primer paso para lograr este objetivo. Existe un grupo de alimentos que ayudan de manera significativa a esto: harina de avena, arándanos, salmón, aguacate, té verde y chocolate negro.
En los estudios de investigación que se han realizado se ve que si la hidratación es insuficiente, al igual que ocurre en cualquier otra célula del organismo, también afecta al funcionamiento del cerebro y empeora el rendimiento intelectual en funciones de atención, repetición, matemáticas, etc.»
una correcta hidratación puede ayudarnos en la prevención de muchos accidentes laborales y situaciones de bajo rendimiento, así como mejorar la sensación de bienestar».
Los antioxidantes y las vitaminas son otros de los nutrientes relacionados con el rendimiento mental. Debido a la gran actividad metabólica del cerebro. Este es especialmente vulnerable al daño oxidativo y por eso los antioxidantes (la vitamina E en particular) pueden protegerlo del daño causado por mecanismos oxidativos e inflamatorios.
Es difícil no escuchar los beneficios de los antioxidantes en estos días. Alimentos que van desde la granada hasta la ciruela pasa contienen altos niveles de esos químicos que nos ayudan a combatir diversas enfermedades y, según los científicos en éstos contribuyen a combatir el estrés oxidativo y con ello, ayudar a proteger las funciones cognitivas. Así que añade algunos arándanos a tu yogurth y pide una ensalada de espinaca en el almuerzo, es bueno para el cuerpo y para la mente.
La actividad física también puede ayudarte a mantener una memoria ágil y para disminuir los riesgos de desarrollar algunas enfermedades. Es conveniente que consultes con tu médico antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios, para que te ayude a determinar el tipo de ejercicios más adecuado para tu condición física. Pero con seguridad te animará a que los practiques, porque el ejercicio, como te habrás dado cuenta, es un gran aliado de la salud general.