Es necesario pensar y analizar tus propias barreras mentales porque son lo que te detiene, no la realidad de lo que puedes lograr. La vida que actualmente vives es el reflejo de tus creencias acerca de lo que estás dispuesto a aceptar y a tolerar en ella. Esta es la diferencia fundamental que diferencia a las personas, habiendo algunas que viven una vida feliz y abundancia y otras que viven una vida de sufrimiento y escasez. Algunos ejemplos de vidas de sufrimiento y escasez son aquellas personas que llevan mucho tiempo encerradas en una relación abusiva, personas que trabajan en empleos que no les gusta, o que siempre están luchando por salir adelante financieramente, o que siempre se encuentran enfermas… esto ocurre como resultado de sus creencias.
Uno de los efectos más perjudiciales que tiene nuestra mente es cuando nos presenta con pensamientos limitantes.Son pensamientos que nos impiden avanzar, que reducen el número de opciones que vemos y que nos mantienen encerrados en nuestro particular punto de vista. Parece que no, pero todos los tenemos. Puedes detectar tus creencias limitantes haciéndote dos preguntas muy sencillas.
1) Qué es algo que realmente quiero de todo corazón, pero no soy capaz de conseguir? 2) Porqué no lo estoy consiguiendo todavía?
La repuesta a la segunda pregunta nos revela una gran lista de “hechos” no contrastadas que estamos asumiendo como verdades irrefutables: “No tengo tiempo”, “Es que no puedo”, “No tengo el apoyo que necesito”, “Soy demasiado joven/viejo para ello”, “Es que las cosas están muy mal”, “No tengo valor suficiente para intentarlo”, “Ahora no es el momento”, todo suena muy razonable, pero vistos desde más cerca todos estos pensamientos resultan excusas que nos inventamos para no avanzar… éstas son nuestras creencias limitantes! Y el motor más potente detrás de ellas es el miedo, el miedo a salir de nuestra zona de confort, el miedo al riesgo, el miedo a quedarnos solos, el miedo al rechazo, el miedo a fallar…. el miedo que nos inculca una mente que está anticipando siempre lo peor, para que estemos seguros y salvos manteniéndonos en una situación mediocre pero por lo menos conocida.
4. Las creencias limitantes te dan la oportunidad de experimentar una gran sensación de poder y control. Imagina que el día de mañana despiertas y no existe barrera alguna. Imagínate que el día es tan bueno que llegas al trabajo a tiempo y que logras terminar todos tus pendientes durante el día para poder regresar a casa a relajarte. Imagínate que ese mismo día recibes una llamada de tu jefe para decirte que te ascenderán de puesto y al llegar a casa tu pareja prepara para la cena lo que más te gusta. ¿Suena increíble, cierto? Pero si respondes que no entonces posiblemente no leíste con detenimiento la realidad que te estoy plantando. ¿Durante cuánto tiempo podrías vivir en un mundo en el que las cosas son tan sencillas que las dificultades parecieran no importar y hasta podría decirse que tienes las cosas “servidas en bandeja de plata”? Seguramente sería magnífico tener una vida sin preocupaciones, pero independientemente de esto ¿qué tan satisfactoria sería vivir en una vida que no tienes retos para ti? En realidad la sensación de realización personal deriva únicamente del saber que has vencido un obstáculo o reto, pero cuando permites que estos adquieran una apariencia imponente y das por hecho que no los vencerás, entonces estarás alejándote de esa posible satisfacción. Las creencias limitantes pueden ser vistas como ese muro que debes trepar a fin de lograr estar realización personal; te proporcionarán la satisfacción real por el logro de un reto.
5. Las creencias limitantes son la manera en que podemos crear verdaderos vínculos con los demás. ¿Alguna vez te has sentido desconectado del resto del mundo a pesar de toda la gente que te rodea a diario en la calle, de la gente con la que convives en el trabajo o escuela, de tus amigos o de todas esas personas que crees conocer mediante las redes sociales? ¿Alguna vez has visto todos estos rostros y sigues preguntándote porque e sigues sintiendo solo? Si es así, quizás no te has percatado de que tus creencias limitante son una buena arma para combatirlo. ¿De que otra manera podrías conectarte con la gente si no es compartiendo esas cosas que no te has atrevido a compartir con alguien? ¿No te parece lógico que si logras encontrar a alguien con quien compartir esos temores o creencias limitantes no solo estarás ganando un cómplice y un confidente, sino alguien que estará esperando lo mismo a cambio? Si no tuvieras estas creencias limitantes e inseguridades, la apertura y el compartir de tus experiencias de vida se limitarían a hechos banales e incluso el compartir información que no dice verdaderamente nada respecto a quién eres realmente. Tus creencias limitantes te proporcionarán la oportunidad de forjar conexiones reales, fuertes, profundas y abiertas con las demás personas.