¿sabrías diferenciar si se trata de tristeza o depresión? A menudo empleamos expresiones de la psicología para describir lo que nos sucede. Es muy común que se utilicen como sinónimos expresiones que significan conceptos muy diferentes. Esta confusión genera inconvenientes cuando se manejan términos erróneos con los que se pretende valorar a los demás o a uno mismo. Es entonces cuando podríamos creer que padecemos determinada dolencia o incluso lleguemos a auto-medicarnos. Ni en el campo de la medicina ni en el de la psicología es recomendable diagnosticarse o medicarse por nuestra propia cuenta, ya que muchas veces esto resulta en un error.
Una de estas confusiones es la que se da con los conceptos de “tristeza” y “depresión”. Si bien estos términos están vinculados, se refieren a cosas distintas. La distinción entre estos conceptos no es inmediatamente obvia. Lo que éste artículo pretende es proporcionar a las personas que sufren de una tristeza prolongada las pautas para saber si lo que están experimentando no es permanente y cesará finalmente. Por el mismo motivo, también es para aquellas personas que creen que la melancolía que experimentan es sólo una fase y eventualmente se les pasará si dejan que pase el tiempo.
¿Cuáles son los síntomas de una y de otra?
Todo el mundo ha experimentado tristeza en algún momento de su vida y quienes digan que no, están mintiendo. Los síntomas de la tristeza y la depresión están vinculados y aunque pueden parecer obvios, quisiera proporcionar una lista de ellos a continuación:
– La falta de energía
– Pérdida del apetito
– Problemas para dormir
– Poca motivación
– Pensamientos negativos
– Falta de voluntad para comunicarse
– Tendencias suicidas
– Aislamiento
– Baja autoestima
– Falta de concentración
Así que, ¿Cuál es la diferencia?
En general, los sentimientos de tristeza comúnmente tienden a ser provocados por un evento o situación específica. Está en la naturaleza humana sentirse triste o sufrir de alguna de las condiciones anteriormente mencionadas después de la muerte de un ser querido o en un momento de dificultad financiera. Se trata de un mecanismo de supervivencia con el que los seres humanos hemos evolucionado. Pero estos sentimientos tienden a disiparse con el paso del tiempo. Aquí es donde aplicamos el dicho de “el tiempo lo cura todo”.
Por el contrario, la depresión no necesariamente surge después de un acontecimiento triste en específico. Muchas personas con depresión no saben ni siquiera por qué se sienten de esa manera, pero esto no quiere decir que lo que están sintiendo es incorrecto o lo haga menos grave.
La depresión puede llegar a manipularse con el tiempo, pero luego regresa. Si una depresión prolongada no es tratada pertinentemente, a largo plazo y a diferencia de la tristeza, ésta puede llegar a formar parte del carácter de una persona. Alguien que sufre de depresión puede llegar a ser negativo en todos los aspectos de su vida. Cabe señalar que las personas con depresión crónica no muestran en su conducta diaria cambios notorios, se muestran levemente negativos, un desánimo general, insatisfacción por todo y una profunda desesperanza en el futuro, estos síntomas duran bastante tiempo, muchas veces llegan a los dos años. Su relación familiar se afecta por el desinterés en las relaciones íntimas y por las pocas energías para atender la vida familiar.
Para resumir
– La depresión no tiene por qué tener un motivo, la tristeza por lo general lo tiene.
– La tristeza tiende a desaparecer después de un período de tiempo, la depresión puede empeorar.
– La depresión puede influir en la personalidad de uno si se deja sin tratar, la tristeza, no.
Mi consejo para quienes están tristes:
• Para salir de la tristeza, debes precisar lo que la motiva, esté será el primer paso.
• Una vez encontradas las causas, tienes que pensar qué puedes hacer para mejorar la situación.
• Si estás seguro de que no hay nada más por hacer, entonces, lo mejor que puedes hacer es aceptarlo y resignarte.
Mi consejo para quienes están deprimidos:
• No es bueno que te encierres si estás deprimido. Busca la compañía de la gente que te estima, te aliviará y será de mucha ayuda. Lo saludable es dejarse ayudar. Un gran primer paso es reconocer que no siempre se puede lograr algo si se está solo.
• Piensas en las cosas que te hacen sentir bien, aquello que te resulte gratificante y comienza a hacerlas. Los nuevos proyectos, sin importar que tan pequeños sean, harán un gran cambio en tu estado de ánimo.
• Mantén tus metas e ilusiones aún en los momentos más difíciles. Recuerda, lo más importante es ver la vida con optimismo y recordar que el “el vaso está medio lleno”.
• Por más complicada que parezca una situación, siempre existe alguna u otra posibilidad de resolverla las situaciones que te aquejan. La cuestión es estar abierto para descubrirlas.
• Lo más adecuado es realizar un tratamiento psicológico y /o psiquiátrico. No intentes la automedicación y confía en que éste puede ser un mal momento del que saldrás mientras más te esmeres en ello.