La importancia de la ergonomía en tu salud

Según la Asociación Española de Ergonomía, la ergonomía es el conjunto de conocimientos de carácter multidisciplinar aplicados para la adecuación de los productos, sistemas y entornos artificiales a las necesidades, limitaciones y características de sus usuarios, optimizando la eficacia, seguridad y bienestar.

La ergonomía es una multidisciplina preocupada de la adaptación del trabajo al hombre. Su desarrollo es reciente en nuestro medio, existiendo una gran necesidad de que los profesionales del área de la salud incorporen criterios ergonómicos en sus actividades, ya que en el mundo moderno existe un conjunto de patologías que pueden ser desencadenas o agravadas por el trabajo. En estos casos, los tratamientos no son efectivos si no se corrigen las causas que los generan.

El objetivo específico de la ergonomía se refiere a la consideración de los seres humanos en el diseño de los objetos, de los medios de trabajo y de los entornos producidos por el mismo hombre que se vienen usando en las diferentes actividades cotidianas, con el fin de acrecentar la eficacia funcional para que la gente pueda utilizarlos y mantener o acrecentar los valores deseados en el proceso (salud, seguridad, satisfacción, calidad de vida).

Una de sus ramas, la ergonomía física, estudia las posturas más apropiadas para realizar las tareas del hogar y del puesto de trabajo, para el manejo de cargas y materiales y para los movimientos repetitivos, entre otros aspectos. La ergonomía física se preocupa de las características anatómicas, antropométricas, fisiológicas y biomecánicas humanas, en tanto que se relacionan con la actividad física.

Sus temas más relevantes incluyen posturas de trabajo, sobreesfuerzo, manejo manual de materiales, movimientos repetitivos, lesiones músculo-tendinosas (LMT) de origen laboral, diseño de puestos de trabajo, seguridad y salud ocupacional.

Lo anterior corresponde a la relación directa entre el hombre y su tarea. Sin embargo, los trabajos se realizan en lugares físicos donde el ser humano puede sufrir los efectos del calor, frío, ruido, vibraciones mecánicas, etc. Estos agentes, cuando exceden límites recomendables alteran el bienestar, pudiendo producir también problemas de salud física y mental, que influyen en el accionar de un trabajador. Muchos de ellos provienen de las propias máquinas, como el ruido y las vibraciones, pero también pueden tener su origen en la naturaleza, por ejemplo, el frío y el calor. En algunos casos, aunque estos agentes se mantengan bajo niveles que puedan provocar enfermedad, pueden ser causales de estrés ocupacional y llegar a producir problemas psicológicos o sobrecarga fisiológica y fatiga en los trabajadores.

Algunas consecuencias de una mala  postura corporal  en el sitio de trabajo en el hogar o la oficina  son:

Dolores de cabeza

Calambres musculares en las zonas del cuello, nuca y hombros

Sobrecarga y afecciones de los discos intervertebrales

Sobrecarga y afecciones de la columna vertebral, en particular, en el área de las vértebras lumbares

Desgaste de los discos intervertebrales

Problemas en la región pélvica con consecuencias para la columna vertebral

Zonas dolorosas a la presión en la región glútea

Molestias en las piernas y pies

 

Los muebles ergonómicos adecuados  además de proporcionarte comodidad  segurar, debe tener una forma expresiva y acoplarse al ambiente para el que ha sido diseñado, manteniendo la función prevista. En el puesto de trabajo, es necesario que prestes atención a la postura, la toma de informaciones visuales, la tarea a realizar y el alcance manual de los objetos. Adoptar una buena postura nos da más energía, menos dolores y molestias, e incluso puede mejorar la calidad de nuestro sueño.

Otra manera de prevenir lesiones al trabajar frente a la pc:

Brazos: deben formar un ángulo de 90°. El antebrazo y la mano deben estar en forma recta.

Pies: es conveniente tener ambos apoyados en el suelo o posapié. Evitar cruzarse de piernas.

Espalda: mantenerla apoyada en el respaldo de la silla, en posición erguida y con los hombros relajados y ligeramente dirigidos hacia atrás.

Muñecas: deben estar apoyadas en el escritorio. Para esto, será necesario dejar un espacio entre el teclado y el borde de la mesa de unos 10cm.

Cabeza y cuello: la barbilla debe estar ligeramente elevada y el cuello erguido.