¿Qué es aquello que te impide alcanzar tus metas?
¿Podrían ser las distracciones? ¿Tienes dificultades de algún tipo? ¿quizás no tengas los suficientes recursos o no tienes el tiempo suficiente? Podría ser que ¿no sabes cuál es el siguiente paso a seguir en el camino hacia tus metas? Cualquiera que sea el motivo que te aleja de tus metas, lo que es esencial es reconocer que percibes los desafíos como problemas. Estos problemas te están impidiendo llegar a donde te gustaría estar. El verdadero meollo del asunto está en encontrar soluciones a los problemas. Las soluciones son algo que necesitas primordialmente para alcanzar tus metas.
No alcanzar una meta no siempre depende de problemas externos; con mayor frecuencia de la que podemos imaginar, somos nosotros mismos, los que por miedo ponemos excusas para no alcanzar nuestro objetivo.
¿Por qué debemos enfocarnos en las soluciones?
Pensar más en las soluciones que en el problema genera un punto de vista positivo con el fin de trabajar con respecto al logro de una meta ¿cómo? Pues bien, las soluciones son positivas. Las soluciones también proporcionan movimiento y dirección. Los problemas son desalentadores. Los problemas nos pesan, esto es lo que nos hace darnos cuenta más delante de lo que pudimos haber hecho para resolverlos.
En el mundo cotidiano, la resolución de problemas no presenta de forma clara el tipo de información necesaria que se requiere para abordarlos, ni tampoco estará claro el sitio en el cual deba buscarse la información
En efecto, la vida real es compleja y hallar la información puede ser a menudo un problema en sí mismo. En la mayor parte de los problemas que aparecen en la vida no existen respuestas unívocamente correctas, y aún en el caso en que esto fuera así, solo sería posible apreciarlo en retrospectiva. Generalmente, las problemáticas de la vida implican para su solución la intervención de varias personas, los grupos de trabajo son la norma más habitual en la mayoría de los ámbitos.
Cada vez que te encuentres con un problema, es necesario buscar inmediatamente una solución. En pocas palabras, los problemas son negativos, las soluciones son positivas. Los problemas son opresivos, las soluciones son revitalizantes. Los problemas son pantanos que nos detienen mientras que las soluciones tienen el poder de hacernos seguir avanzando.
El problema realmente no debe hacer la diferencia, lo que importa es la solución. La solución es el siguiente paso en tu camino hacia la realización de una meta.
El simple hecho de contemplar un probar una solución, inicia el recorrido en el camino hacia la acción, esencial para eliminar o resolver un problema. Puedes encontrar una serie de soluciones a un problema. La solución que se crea puede ser la solución correcta. Sin embargo, tendrás que probar y comprobar cualquier solución que elijas.
Este paso es muy importante. El desarrollo de una solución consta de tres medidas muy simples:
– Establecimiento y comprensión del problema.
– Simplificar el problema hasta que identificar la acción a tomar para su resolución
– Probar la solución
Asegúrate de que la identificación de los problemas que tengas facilite el camino hacia el logro de tus objetivos. Toma nota de estos problemas y empieza a reconocer tantas soluciones como sea posible. Se necesita un poco de práctica pero pronto te darás cuenta de que al concentrarte en las soluciones, harás que cualquier problema pueda desaparecer con facilidad y deje de obstaculizar tu camino hacia las metas establecidas.