La convivencia en familia, en el trabajo, en la escuela y hasta en la sociedad a veces podría resultar toda una situación en la que, debido a causas ajenas a ti, la otra persona resulta ser negativa, indiferente, crítico, insensible y varios adjetivos más. Si sabes cómo lidiar con gente toxica y hacerle frente a estas situaciones, ten por seguro que tu estado de ánimo no se verá afectado.
Sin embargo, cuando estás rodeado de este tipo de personas, éstas tienden a drenarte emocionalmente. Te hacen sentir mentalmente cansado, transmiten su negatividad logrando – quizás sin siquiera proponérselo – que te sientas abatido, insignificante o falto de capacidad.
Esto es un reflejo de que no estás protegiéndote a ti mismo, no estás viendo la vida por ti mismo sino que lo haces “infectado” con las emociones negativas que la o las personas negativas a tu alrededor te transmitieron.