La impulsividad lleva a las personas a la desesperación y a hacerlas perder el control sobre sí mismas, para saber como dejar de ser impulsivo primero el primer paso es admitir que somos una persona impulsiva. Pero para comprender que es una persona impulsiva, primero debemos comprender el significado de la palabra “impulsiva”: Se aplica a la persona que se deja llevar por sus emociones o impulsos sin pensar en las consecuencias de sus actos. Se dice que alguien se comporta de manera impulsiva cuando responde o actúa sin reflexión ni prudencia, dejándose llevar por la impresión del momento.
Las conductas impulsivas se producen por una pobre toma de decisiones que da lugar a consecuencias deletéreas, a menudo en el contexto de un incremento de la búsqueda de novedades. La impulsividad y la búsqueda de novedades son generalmente elevadas en la adolescencia y bajas en la vejez.
Las personas impulsivas se caracterizan por tener menor tolerancia que el resto de las personas y suelen alterarse de sobremanera ante situaciones de la vida diaria sencillas que no deberían ser maximizadas. Sin embargo, las causas que desencadenan la impulsividad no justifican el nivel de violencia que desarrollan. Cuando no pueden distinguir que las situaciones de impulsividad son contraproducentes.
Algunas de las características más notorias de una persona impulsiva son:
– Primero hace, luego piensa.
– Contesta antes de acabar de oír la pregunta.
– Dificultades para aguardar su turno.
– Mal perder. No soporta que le ganen.
– Interrumpir o estorbar a los demás.
– Baja tolerancia a la frustración.
– Poco autocontrol.
– Negativismo.
– Desorganización
– Pobre habilidad de planeamiento.
– Excesivo cambio de una actividad a otra.
– Dificultad en situaciones grupales en las que se requiere paciencia para actuar según turnos.
Pero ¿Cómo puedes dejar de ser impulsivo?
La impulsividad no es algo que se pueda dejar atrás de la noche a la mañana, no obstante, puedes comenzar a realizar algunos cambios para gestionar mejor tu impulsividad:
Aprende a diferir tus deseos. Una de las mejores técnicas para dejar de ser impulsiva y enojarte cuando alguien piensa diferente a ti, es respirar profundamente 2 ó 3 veces antes de contestar y preguntarte, no por qué te enojas, sino, ¿Para qué te enojas?. Lo importante es hallar una estrategia que te permita reposar unos segundos cualquier idea que te venga a la cabeza.
Intenta comprender el motivo de tu impulsividad. ¿Sabes porque eres impulsivo? Existen muchos motivos para este comportamiento. Algunos especialistas sostienen que es genético, así que puede que tú también lo seas por ello. También tiene mucho que ver con tu cerebro. La parte izquierda del cerebro es la que determina que acciones, ya que es una especie de centro de procesamiento de la información, mientras que en las personas impulsivas ocurre en el lado derecho. Esto es lo que ocasiona que actúen primero sin pensar en las consecuencias de sus actos.
Planifica tus acciones. Tómate tiempo para jerarquizar tus prioridades. Eso debería ayudarte a llevar a cabo tus proyectos sin sofocarte.
Verbaliza los pensamientos en lugar de ejecutarlos. Di lo que piensas, habla antes de actuar.
Relájate. La impulsividad comporta un fuerte sentimiento de urgencia. Las técnicas de relajación y de respiración permiten relajarse y bajar la ansiedad.
Practica la meditación. La meditación te ayudará a tener un mayor control de tu comportamiento impulsivo, así como de otras conductas agresivas. Al respirar apropiadamente, te sentirás más relajado y menos ansioso, lo cual a menudo es una señal de impulsividad. También serás más consciente de lo que te rodea al practicar la meditación.
No ingieras alcohol. Su ingesta afecta el sistema límbico que controla emociones y memoria. Esta es la razón de porque uno es más emocional o agresivo al tomar. Además, produce locuacidad, pérdida de control emocional y disminución de juicio objetivo y capacidad autocrítica. Con la ingestión de cantidades mayores conducen a un cuadro de embriaguez, acentuándose las vivencias anteriores, tornándose el estado anímico variable, con oscilaciones eufóricas, agresivas y depresivas, pérdida de atención y memoria, trastornos de la percepción, incoordinación motora y somnolencia.
Busca ayuda de un profesional. Si tienes a alguien de confianza que pueda ayudarte en los momentos en que te sientes dominado por la impulsividad, llama a esa persona y dile cómo te sientes; él o ella te recordará a recobrar el control. Si a pesar de tus mejores esfuerzos no consigues controlar o reducir esta tendencia impulsiva, consulta con un psicólogo o terapeuta que te ayuda a lograrlo.