Muchos cursos y seminarios sobre desarrollo personal señalan a la gente que la actitud positiva es considerada como una ramificación de la superación personal, un estilo de vida saludable y bienestar. Muchas personas dejan de lado la importancia de la actitud, piensan que realmente no pasa de ser un sentimiento o una predisposición para lo que puede suceder.
Hay personas que solo pueden pensar en lo negativo, sus mentes están llenas de pesimismo; mientras otras se focalizan en el lado esperanzador de la vida, en las oportunidades. Tener una actitud positiva y entusiasta, implica vivir con una expectación optimista de la vida; es esperar los mejores resultados: es ver posibilidades y beneficios en todas las cosas que nos acontecen.
Nuestra actitud, es producto de nuestros pensamientos y de la visualización que tenemos en nuestra mente sobre cualquier acontecimiento. La actitud positiva no se trata de simples frases, tipo cliché, a veces ingenuas, que usted se repite para convencerse de algo o para negar o distraerse de la realidad que está viviendo.
Pero entonces, ¿Porqué las personas no pueden revertir esos pensamientos negativos a uno más productivo y sano si teóricamente saben que ser positivo es más ventajoso? Algunos de los motivos para recaen en esta forma de daño auto infringido y comportamiento destructivo en ocasiones se debe a que:
– No vamos más allá de nuestra zona de confort.
– No confiamos en nosotros mismos.
– Sucumbimos ante nuestros miedos.
– Carecemos de planeación efectiva, especialmente en planes de contingencia.
- Todas las personas en determinado punto, caemos en una zona de confort, ya sea porque nos sentimos más seguros o por nuestros hábitos o miedos. Sin embargo, lo cierto es que mientras más amplia sea nuestra zona de confort mayor será la facilidad con la que el negativismo puede entrar en ella y por ende, tomar el control. Una persona que está muy apegada a su zona de confort, difícilmente sabrá cómo lidiar con el negativismo.
- Nuestros temores son muy a menudo el resultado de una baja autoestima. Cuando alguien se siente inseguro o incapaz de algo, esto le impedirá tomar una actitud más abierta, así como expandir y explotar sus habilidades, limitando así su potencial.
- Cada persona tiene miedo de algo pero es la manera en que lidiamos con estos temores la que nos hace capaces de controlarlos; o bien permitimos que éstos dirijan nuestra vida o bien somos nosotros los que llevamos las riendas y les impedimos obligarnos a tomar una actitud negativa que a la larga, repercutirá en otras facetas de nuestra vida.
- Ya sea que te guste o no, la vida no es algo que se mantenga estático y por ende, las capacidades de evolución y adaptación deberán ser las que tengan mayor peso en nuestra actitud. Muchas personas carecen de compromiso o de práctica para adherirse a una estrategia cuando se trata de planeación diaria o de planeación a largo plazo. Debido a que la vida cambia constantemente, debemos enfocarnos en el plan inicial pero también prestar especial atención a los cambios y tener siempre un plan de contingencia desarrollado.
Si eres una persona que casi siempre piensa de manera negativa, adopta un cambio de actitud al concientizarte de que el primer paso hacia una actitud positiva es pensar simplemente en otra cosa. Contraria a una actitud negativa sobre algún sucedo en tu vida, primero evalúa la evidencia.
Lo segundo que debes hacer es buscar explicaciones alternativas para ese evento en concreto, así como futuros resultados. Esta será la mejor manera de aferrarte al positivismo o al menos, evitar caer en un círculo vicioso de pensamientos negativos. Así mismo, estarás ayudándote a desarrollar tu crecimiento personal. Recuerda siempre lo siguiente: “cuando tenga un pensativo negativo, debo pensar en las alternativas positivas con las que pueda encarar este suceso”.
La actitud que tomamos frente a los problemas que se nos presentan cotidianamente es finalmente la que determina la dimensión e importancia de los mismos. Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío, podemos alegrarnos al ver la mitad llena o podemos preocuparnos por la mitad vacía. La actitud positiva ayuda a tu mente a pensar libremente, haciendo que las ideas y soluciones surjan a la superficie. Es por ello que debemos alimentar nuestro interior mejorando nuestro carácter, siendo íntegros, y sumando a nuestro comportamiento buenos valores y una actitud positiva.
Mantener una actitud positiva requiere tanto de esfuerzo como de compromiso. Sin embargo, es preciso que busquemos en nuestro interior ese deseo de bienestar y enfoquemos todos nuestros esfuerzos en esta meta única. Que tu primera meta sea construir una actitud positiva y firme para que puedas sortear las dificultades que tus otras metas a futuro pondrán en tu camino. No permitas que te domine la negatividad. Solo tú podrás ayudarte a ser positivo. Ten en cuenta los consejos para que puedas alcanzar tus objetivos en la vida. A veces es difícil mantener una actitud mental positiva, especialmente en momentos de penuria y sufrimiento. Recuerda: el pensamiento positivo es la piedra angular de todo éxito, logro y felicidad.