Hay rachas y épocas en nuestras vidas en las que sentimos que todo nuestro mundo se derrumba por momentos. Vemos que casi todo nos va mal, que lo que antes nos sonreía hoy nos da la espalda y que con todo en nuestra contra no seremos capaces de reponernos y de salir adelante.
Pero basta ya de tantas lamentaciones. Es cierto que a veces las cosas no salen como nosotros las planeamos y como nosotros queremos. Pero no por ello tenemos que hundirnos y quedarnos mirando sin hacer nada como todo cambia y se estropea. Nada de eso. Tenemos que levantarnos, sonreír y comenzar a disfrutar. Porque la suerte no es para quien la encuentra sino para quien la busca, y la felicidad no llega a nosotros si nos quedamos sentados si hacer nada. Así que venga, levántate, sonríe, y sal a comerte el mundo.
La mejor manera de ser felices es creer y sentir que lo somos
Hay muchas formas de ser felices. Cada uno tenemos nuestra propia manera de hacernos sentir bien. Eso sí, una de las cosas que todos nosotros tenemos en común es que para poder ser felices, el primer paso que debemos dar es auto convencernos de que lo seremos, de que todo irá bien y de que nada ni nadie podrá destruirnos ni vernos hundidos.
Es a partir de ese momento cuando cada uno de nosotros empezamos a construir nuestra propia felicidad a partir de nuestros propios medios y de nuestras propias creencias. Algunas de las formas que podemos tener para conseguir esa felicidad es rodearnos de nuestros seres queridos. Nuestra familia, amigos y conocido ejercen en nosotros una gran fuerza y nos dan cada día la energía necesaria para salir adelante.
Pero no podemos ser felices sin hacer lo que nos gusta y lo que nos apetece en cada momento. Para ser felices en nuestro día a día debemos estar completamente a gusto con todo lo que nos rodea. La felicidad no consiste en tener todo lo que deseas, sino en desear de manera fuerte todo lo que tienes. Cuando eres feliz se nota, y cuando le sonríes al mundo, el mundo te devuelve una sonrisa aún más amplia que te hará ver que lo problemas que creías tener han desaparecido por completo y que ahora solo queda espacio para la alegría y para la felicidad.