¿Hablas en público o al menos lo intentas? Si no es así ¿por qué? ¿Es porque crees que solo algunas personas tienen el don para hablar en público? O ¿es porque no te sientes lo suficientemente bueno para hablar en público? Cualquiera que sea la razón (por no llamarlas excusas) que tenemos para justificar el porqué no somos oradores públicos cuando en realidad lo deseamos. ¿Por qué no hacerlo? Hablar en público es una habilidad que puede aprenderse, así que no temas intentarlo.
El miedo a hablar en público es una sensación natural que todos sentimos, por tanto, no seamos demasiado autocríticos con nosotros mismos. Intentemos superarlo practicando, preparando bien lo que queremos exponer y generando la confianza suficiente para abordar cada presentación en público, como un nuevo reto que vamos a superar. Una vez establecida la creencia de que hablar en público es una habilidad que puede aprenderse, voy a compartir contigo 4 consejos que te ayudarás a superar el miedo a hablar en público.
Consejo N º 1: Comienza a pequeña escala
Si antes no te habías atrevido a hablar en público, me imagino que al hablar frente a un grupo grande de personas te asustará, pero no hay atajos para adquirir alguno habilidad por lo que necesitarás tiempo para practicar y perfeccionarte.
Cuando empecé a hablar en público, comencé con un pequeño grupo de 5 o 10 personas. La razón fue que tuve que crear mi propia identidad como oradora pública y esto me permitió generar cierta creencia de que yo podría llegar a ser una excelente oradora pública en el futuro.
Además, estoy segura de que todos cometemos errores, especialmente cuando somos principiantes, ¿preferirías cometer errores frente a un grupo de personas pequeño o uno grande?
Una vez que te hayas acostumbrado a hablar con grupos de personas pequeño puedes considerar aumentar el tamaño del grupo progresivamente. Da un paso a la vez.
Consejo N º 2: Controla tu mente
Hay que salir a escena con confianza, con el convencimiento de que uno es capaz de hacerlo bien. Todos tenemos nuestro propio diablillo interior que nos hace dudar, no le hagamos mucho caso y seamos valientes. El público acude con una predisposición positiva hacia el ponente.
N º 3 Consejo: Mantén un guión delante de ti
Basada en mi experiencia, puedo decir que parte de las razones por las que algunas personas tememos hablar en público es porque tenemos miedo de cometer errores al dar nuestro discurso, sobre todo si el asunto es de un carácter muy técnico.
Por ejemplo, si vamos a hablar sobre algún tema financiero y tenemos que recodar detalles importantes, como nombres, cifras y fechas ¿Cómo puedes recordar todo eso y asegurarte de que los participantes entiendan el tema? El secreto es tener un guión o notas de apoyo delante de ti para que puedas seguir la continuidad de tu discurso y no olvidar o hablar de los temas sin un orden lógico.
N º 4 Consejo: Pídele a otro orador una retroalimentación
Mi último consejo es que te acerques a alguien que ya tenga experiencia hablando en público para que te proporciones información o sus propios tips para hablar en público. Quizás él o ella puedan señalarte algunos detalles o errores que tú no has identificado durante tu discurso. Siempre he creído que una crítica constructiva ayuda a fortalecer esas áreas en las que uno aun tiene insuficiencias. Es importante que estés abierto a la retroalimentación y manejes con humildad los consejos de quienes tienen más experiencia en este rubro a fin de lograr una mejora. Al identificar tus debilidades puedes mejorar en mucho tu siguiente discurso.
Hablar en público puede generar mucha ansiedad y nerviosismo hasta el punto de provocar desmayos y es uno de los obstáculos más frecuentes entre los profesionales. Pero como se ha visto, no hay necesidad de tener miedo de hablar en público. Sólo se necesita más prácticas para que finalmente seas capaz de llevar el tema que te apasiona frente a un nutrido grupo de espectadores.
Las ventajas de superar el miedo a hablar en público son evidentes: mejorar en nuestras relaciones personales, familiares y laborales; poder expresar nuestra opinión ante los demás, poder dar una charla si necesitamos hacerlo, hablar con cualquier persona y ante cualquier grupo sin miedo a lo que puedan pensar, sin miedo a equivocarnos, etc.