El contacto con la naturaleza es una de esas cosas que viene muy bien para sentirse mejor y estar conectado con el mundo. Si estás un poco depre, una gran caminata por el campo hará que levantes el ánimo, pues si estás un poco atento verás cosas sorprendentes como cruzarte con animalejos que no esperabas o podrás comprobar a qué suena el silencio de verdad. Son unas imágenes para levantar el ánimo que no te puedes perder.
Una marcha te dará la oportunidad de introvertirte y buscar dentro de ti lo que realmente te preocupa y lo que te está impidiendo ser feliz. En otras palabras, es un marco estupendo para analizar qué te ocurre y qué puedes hacer para mejorar.
Además, el paisaje bello y natural y el aire limpio y oxigenado, te darán más motivos y supondrá un pequeño empujón para seguir adelante con una sonrisa en la cara. No hay nada mejor que pasear entre la belleza para que tus problemas se hagan más pequeños.
Libera endorfinas
Por otro lado, saliendo al campo de paseo lo que estarás haciendo sin darte apenas cuenta es hacer ejercicio. La actividad física libera endorfinas que son las responsables de sentirse más o menos feliz. Por eso, desde el punto de vista fisiológico también es una actividad recomendable para sentirnos un poco mejor.
El hecho de pasear por zonas rurales relaja un montón, porque no estamos sometidos al estrés de los ruidos que hay en la gran ciudad. Pasear por el campo nos hace recargar las pilas ya que estamos en un ambiente más pacífico y silencioso.
Imaginación al poder
Con un poco de imaginación, en tu paseo por la naturaleza, llegarás a abstraerte de la realidad cotidiana y podrás rememorar esas historias de tu infancia que más te gustaron al leerlas o verlas en el cine. Es fácil que un rutinario paseo se convierta en una gran aventura, como llevar el anillo de poder a Mordor o viajar con Bergarath a través de Algaria.
Con un palo recogido en el bosque y sin que nadie te vea, puedes volver a ser un niño y luchar con tu espada contra todo un ejército de soldados como el mejor de los mosqueteros. También puedes simplemente recoger unas cuantas flores silvestres para llevar a tu abuelita, pero cuidado con el lobo feroz.