La vida no se trata de un paseo grato. A menudo, es muy fácil que tropecemos y nos hagamos daño. Pero estos golpes y moretones son un requisito necesario para el crecimiento. Si te caes, aprendes algo, te sacudes y sigues adelante. Debemos usar esas experiencias para saber como mejorar tu vida.
El problema es que a veces nos caemos y nos quedamos atascados en el mismo sitio durante mucho tiempo, igual que un neumático desinflado en un camino de fango. Esto sucede cuando nos sentimos inseguros de nosotros mismos, cuando nuestras intenciones se ven empañadas.
La pérdida espiritual, ligada a las falsas percepciones y a ese estancamiento, son como un hoyo de pensamientos miserables que no nos conducen a ninguna parte. A continuación te presento algunas ideas que te ayudarán a salir de ese atasco y a retomar el camino.
Forja tu propio camino. Si estás pensando igual que los demás, entonces no están pensando. El verdadero problema si no vives la vida a tu manera, es que alguien más si lo hará a su manera. La libertad radica en el hecho de ser audaz, de usar la cabeza para escuchar el alma. Encontrar el camino que mejor se adapte a lo que buscamos y no conformarnos hasta haberlo encontrado. No hay prisa, puesto que la vida es un viaje continuo.
Llegar a ser uno mismo, es decir, autónomo en el pensar y actuar, y construir una identidad personal (o personalidad, como gustan decir algunos teóricos), es una tarea complicada que toma muchos años; incluso cabe la posibilidad de alcanzar una edad adulta y continuar con esta construcción de uno mismo. Al forjar tu propio camino, se honesto al respecto de quien eres y no trates de engañar a nadie.
Deja ir lo que nunca fue. No todas las cosas están destinadas a ser de la manera en que lo deseas, aceptado. Tienes que sentarte a reflexionar y ser sincero contigo mismo, para aceptar que quizás has estado equivocado todo este tiempo. Que quizás eso que creíste era una mera ilusión.
Esta es una de las realizaciones más difíciles de aceptar, puesto que el darse cuenta de ello genera una sensación de pérdida; no obstante, comprenderás que en realidad nunca tuviste eso que creías tener.
Olvídate de las amarguras y ve el lado positivo. Es difícil encontrarle el lado positivo a los problemas pero aunque no lo creas lo tienen. Los problemas siempre presentan oportunidades para mejorar en algún aspecto de nuestra vida, para hacer cambios, para cambiar rutinas, para salir de nuestra zona de confort. En vez de ver los problemas como una tragedia piensa que son lecciones de la vida para mejorar. No te quejes de lo que pasa, piensa en soluciones.
Acepta la realidad y haz planes para cambiarla. Al igual que un arquitecto construye un edificio o una casa, nosotros podemos ser constructores de nuestra propia vida. Claro está que un arquitecto no crea los materiales ni el lugar en donde va a construir (no depende de él), pero sí elige qué materiales le conviene más, decide dónde ubicar la vivienda para que la orientación del sol y la climatología le sea beneficiosa. Para llegar a los mejores resultados, el arquitecto tiene que…definir el fin al que quiere llegar, qué medios necesitan para alcanzarla, deberá realizar un plan, y un proyecto de construcción.
La vida siempre nos presenta dificultades, dificultades que tienen que ser miradas como grandes oportunidades para cambiar, crecer, expandirnos. Si no aprendemos de esas dificultades que se nos presentan, la vida nos entrega nuevamente nuevas dificultades, experiencias dolorosas para que al fin decidamos vivir un proceso de cambio y expansión. Es por eso que es tan importante el acto de tomar conciencia de que la vida es simplemente una gran aventura, donde encuentras a cada paso la oportunidad de cambiar, de crecer y de expandirte.
i las cosas salen mal, pregúntate qué puedes hacer para que la próxima vez salgan bien. Si alguien te dijo algo que te hizo sentir mal, acláralo con la persona y deséchalo para seguir adelante con tu vida. Si el proyectó no resultó lo que esperabas, la próxima vez planéalo mejor e investiga bien la situación antes de lanzarte. Si tuviste un mal día, relájate y busca actividades que te hagan sentir bien. Si sufres por independencia económica, haz algo al respecto! ¡Siempre tienes la solución en tus mano!