Soy de las personas que opina que la resistencia al cambio limita nuestra capacidad para transformarnos en una mejor versión de nosotros mismos. Para poder lidiar con los cambios primero debemos comenzar a reemplazar el miedo a lo desconocido por curiosidad. Como he dicho con anterioridad, mantenernos en nuestra zona de confort puede mantenernos a salvo, pero eso no nos permite vivir.
¿Cuándo fue la última vez que tuviste que lidiar con un gran cambio? Para muchos, romper con la rutina familiar resulta impensable, al punto en que produce ansiedad e incluso aterroriza. Pero en ocasiones existen situaciones que nos obligan a ello, desanimándonos o incluso, llegando a enfermarnos. Es muy probable que estos cambios se basen en una decisión de consecuencias inciertas, pero necesaria. Ya sea que tenemos que mudarnos a otra ciudad por cuestiones de trabajo o tenemos que permitir que un familiar se mude con nosotros.
Pero si se ha dicho tanto que los cambios son parte de la aventura de la vida, ¿Por qué nos resistimos tanto? En parte, se debe al miedo natural a lo desconocido. A menudo la gente piensa en el cambio como algo peligroso, pero éste nos ayuda a recordar todas las instancias del pasado en que nuestra vida se ha visto alterada y a darnos cuenta de que no sólo no moriste en el intento, sino que a menudo, las cosas resultan mejor de lo que podrías esperar.
La lucha contra el cambio solo nos conduce hacia la frustración e impide nuestro crecimiento personal. Acoger las cosas nuevas en nuestra vida puede ser incluso bueno para nuestra salid. Las personas que reciben con entusiasmo y curiosidad las cosas nuevas que la vida les ofrece tienen sistemas inmunológicos más fuertes y viven más tiempo.
Entonces ¿Cómo debes hacerle para vencer la barrera de la resistencia y el miedo? El primer paso será darte cuenta de que a pesar de que no puedes controlar todo lo que surge en tu vida, puedes modificar la manera en que reaccionas a las mismas. Cuando se produzca un cambio con el que no contabas, acéptalo. Aprende a crecer a partir de esta aceptación.
Es necesario que recuerdes que tienes los recursos internos para sacar el máximo provecho de cualquier cosa que se te presente.
Procura concentrarte solo en las cosas buenas. Cuando te enfrentas ante un cambio que podría poner tu vida de cabeza, es mucho más sencillo ver solo el aspecto negativo del mismo. Por ejemplo, si estas comenzando a vivir con tu pareja, no pienses solamente en que él o ella estará todo el tiempo señalando tu errores o que la convivencia con él o ella limitará el tiempo que pases con tus amigos. En lugar de centrarte en las cosas que no podrían gustarte de la vida en pareja, piensa en las cosas buenas que este gran paso traerá consigo: reforzará la convivencia, aprenderán más el uno del otro, compartirán las labores del hogar, etc. La mejor manera de mantener esto en mente es haciendo una lista mental de las ventajas que el cambio que estás viviendo te traerá. Así, podrás evocarlo a tu mente para sentirte más calmado y animado si las cosas comienzas a ponerse tensas.
Cada vez que se presentan épocas de cambios existen aquellos que se resisten, aquellos que por temor y miedo se niegan a abrir sus mentes a nuevas experiencias. Cada cambio trae el fin de una época y el fin de sus formas habituales de enfrentar el mundo. Pero por sobre todo confirman el avance de la humanidad y la aparición de nuevas y mejores prácticas.
Asumir el cambio no significa que todos seamos creativos, innovadores, rompedores ni irreverentes. Significa más bien aprender a pensar de forma diferente, aprender a interactuar con las personas que nos rodean de manera diferente y por supuesto, tener la apertura para aprender de una manera diferente.
Para poder crecer como personas, necesitamos romper barreras, tabúes, malos hábitos y rutinas que impiden ver con claridad las oportunidades que tanto deseamos. Para ello, será necesario que nos deshagamos de creencias obsoletas para dar paso a una visión amplia que nos permita incorporar nuevos conocimientos. En lugar de ve el camino del cambio como uno lleno de incertidumbre y espacios desconocidos, veámoslo como una aventura que no estaba en nuestros planes.