Muchas personas solemos hacernos a la idea de que los cambios son buenos. Muchos de estos cambios suelen incluir el dejar de fumar, perder peso o simplemente dejar de lado algún mal hábito que hemos tenido arraigo durante años. No obstante, pese a nuestros intentos, solemos fracasar una y otra vez. ¿Miedo al cambio?
Uno de los motivos más frecuentes para ello es el continuo rechazo al cambio. Es un motivo bastante profundo, podría decirse que hasta involuntario. Solemos dejar todo esto para después ya que le tememos al proceso del cambio aún cuando sabemos que éstos pueden ser para bien. Las personas tienen miedo al cambio, miedo a sus consecuencias, miedo al castigo si no lo hacen bien, miedo al enfrentamiento personal. Por eso un cambio a menudo genera conflicto.