A menudo las personas se preguntan si realmente ¿Existe una receta para el éxito? O si ¿existen estrategias infalibles para llegar a ese punto? ¿Habrá alguna serie de pasos que te garanticen el éxito? ¿O se trata de una simple formula?
Mi respuesta a todos estos cuestionamientos es que sí, sin duda existen. Sin embargo, saber cuáles son exactamente esos pasos que deberíamos seguir resulta difícil. Porque cuando uno hace lo que los demás hacen, cuando sigues al pie de la letra lo que se supone que le da resultados a un experto en la materia y operar bajo la suposición automática de que “tal cosa” te funcionará también, puede que quedes bastante decepcionado.
Claro, algunos “tips” o “pasos” puede que funcionen por un tiempo, pero con frecuencia, puede que no obtengas los mismos resultado o que los resultados obtenidos no sean sostenibles y esto te conduzca a frustración o siempre dudas, incluso los resultados podrían llegar a empeorar la situación que pretendías resolver.
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué lo que funciona a la perfección para otras personas no nos funciona a nosotros? ¿Será acaso una cuestión de carácter o tendrás que ver con nuestro intelecto? Por supuesto que no. En la mayoría de los casos se debe a que no estamos viendo el panorama completo, y dicho panorama te incluye.
Lo que por lo general todos vemos es la punta del iceberg, una pequeña porción de lo que hace que una persona o un negocio sea exitoso, cuando lo que necesitas ver se encuentra debajo de la superficie… descubrir lo que esa persona cree de su misma y de su negocio, su carrera, su familia, etc. Lo que esperan que suceda.
Debes preguntarte ¿Cuál es la mentalidad detrás de las acciones de estas personas en apariencia exitosas? Sus principios, valores y la ética con la que se manejan. En esencia, es necesario comprender más acerca de ellos. Porque es solo cuando eres consciente de estas cosas tan relevantes que eres capaz de explorar plenamente esos detalles en relación contigo mismo.
Este es el eslabón perdido para muchos de nosotros. Necesitamos pasar tiempo con nosotros mismos, reconocer los esfuerzos, abrazar y amarnos a nosotros mismos. Debes analizar que es el éxito para ti mismo, ya que de lo contrario no serás capaz de filtrar eficazmente la información de lo que implica el éxito a nivel emocional y espiritual.
El éxito en lo que elijas alcanzar depende mucho del control de tus emociones. Ésta es una tarea interna, delicada, paciente, que se alcanza por acumulación y perseverancia, no es un golpe de suerte que te permitirá cambiar tu vida emocional repentinamente.
A todos nos encanta escuchar historias de éxito y estudiar la vida de personas que lo han logrado para poder emular sus vidas con la esperanza de obtener resultados similares. En cambio, las historias de fracaso son menos atractivas.
Nunca rendirse es una meta y una virtud que las personas exitosas han demostrado a lo largo de la historia. La única manera de segura de alcanzar tus objetivos y vencer los obstáculos es por medio de la habilidad y la mentalidad de nunca rendirse. Esto se puede aplicar a los deportes, a los estudios, al dinero, la familia, etc.
Tener éxito es tener claridad en el propósito. No hacerse problema por las cosas pequeñas. Es tener conciencia de lo que uno quiere. Es arriesgar…
El éxito se puede lograr de diferentes formas:
Ya sea buscando la perfección siempre, a cada momento, y en cada instante das lo mejor de ti, analizando conscientemente todos los detalles que dan el éxito.
O no rindiéndose jamás, nunca caer sin levantarse, nunca dar un paso atrás, nunca conformarte, tener asco a convertirte en un mediocre más, en uno más.
Entonces, a veces es el amor al éxito, otras el asco a la mediocridad. Y en el mejor de los casos, son ambas, las que harán que dentro de diez años puedas sentirte orgulloso de lo que has hecho, de lo que llevas conseguido, de las metas que has logrado, de quién eres.