Bueeeno, el título me ha quedado tirando a incomprensible… Pero tiene una fácil explicación. Todos estaremos de acuerdo, y el que no lo esté debería, en que la actividad física es uno de los pilares de lo que los autores de principio de siglo XX llamaban higiene mental. Pero que es eso del rogaining, paciencia luego lo explico.
O sea, que para estar satisfecho con la propia vida, conviene incluir un poco de deporte en la dieta; ayuda a pensar mejor. Mejor dicho, ayuda a enfocar mejor, desde una perspectiva más optimista y por tanto más adecuada, los avatares del día a día que tenemos que enfrentar y con frecuencia vencer.
Lo que seguramente no esté tan claro es qué es eso del rogaining. Veréis, es que me he vuelto loco buscando alguna actividad que pueda realizarse tanto en solitario como en equipo, que implique cierta competición pero sin que sea primordial, apto para todas las edades, no demasiado exigente físicamente (esto es para mejorar nuestra actitud, no para ponernos cachas) y que no requiera mucho tiempo o dinero.
Que ¿qué significa “rogaining”? Pues hacer rogaine, qué va a ser…
Bueno, entonces ¿qué es eso del rogaining? Pues básicamente un deporte de orientación cuyo fin es pasar por unos determinados puntos de control en el menor tiempo posible para obtener la mayor puntuación posible. Sencillo, ¿a que sí? Simplemente hacen falta ganas de salir al campo con ropa y calzado adecuadas, unas nociones mínimas con los mapas y la brújula y, si se puede, un puñado de amigos o familiares (valen niños, mayores, incluso tu cuñado).
Lo que más me ha gustado es la última indicación de la propia Federación Internacional: “Diviérterte; a nadie le importa lo rápido o lento que vayas, mientras disfrutes.” Ese es exactamente el espíritu cooperativo a campo abierto que buscaba. Así dan ganas de buscar el club o federación más cercanos para informarnos mejor y tal vez echar un ojo a su calendario de actividades…
Si te gusta el senderismo, correr o simplemente pasear por entornos naturales, yo no dejaría de conocer mejor las normas básicas (¡basiquísimas, diría yo!) de este novísimo deporte de origen australiano basado únicamente en el disfrute de un recorrido campo a través, la participación colaborativa y una buena actitud tanto hacia el entorno natural como hacia otros “competidores”. De dos a cinco amigos, 24 horas y un destino; que más se puede pedir para ser feliz…