En el camino de nuestra vida, el camino hacia el éxito puede verse entorpecido cuando nos topamos con gente difícil, e incluso si el choque con esas personas resulta desastroso, pueden hacer mucho más miserable nuestra vida. En esos momentos es bueno saber como lidiar con gente difícil. Pareciera que todo el mundo tiene una especie de mecanismo que se pone en movimiento cuando nos encontramos frente a situaciones en las que debemos enfrentarnos a este tipo de estrés.
Las personas difíciles nos obligan a recurrir a estos mecanismos de supervivencia. Algunas personas logran controlar estos impulsos mientras que otros deben enfrentarse a los mismos; algunas personas se resisten y otras se vuelven agresivas. Cuando estas técnicas de supervivencia parecieran no dar resultado, solemos sentirnos víctimas de la frustración, pero lo que debemos hacer es indagar en nuestro interior y encontrar una mejor estrategia para lidiar con estas personas.
En primer lugar, no todas las personas difíciles son la misma persona. Es decir, hay tiranos, gente cascarrabias, agresiva, competitiva y cizañera, así como los fanáticos del control. Un psicólogo podría decirte el motivo por el que una persona se comporta de tal o cual manera, sin embargo, en esencial el comportamiento de esas personas puede ser manejado casi de la misma manera, basándote siempre en estas tres preguntas:
- ¿Puedo cambiar esta situación?
- ¿No tengo más remedio que soportar esta situación?
- ¿Debo alejarme?
Cuando logres desarrollar una respuesta a estas preguntas en un marco mucho más racional, tu mente será capaz de formular un enfoque viable, que sea mucho más coherente y eficaz. La mayoría de las personas que atraviesan por una situación así son presos de la inconsistencia. Piensa en la persona más difícil con la que has tenido que tratar en tu vida y en la manera en que has reaccionado a este tipo de personas en tu vida. Encontrarás que a veces parecieras tolerarlos más o menos que otros días, que en ocasiones pareciera que su trato hacia tu persona ha cambiado y otras ocasiones querrás tenerlos lo más lejos posible de ti. En pocas palabras, tanto tú como esa persona han estado mandando mensajes contradictorios, por lo que no pareciera haber un cambio palpable ni fijo.
Consideremos las tres preguntas anteriores y las posibles respuestas a las mismas.
¿Puedo cambiar esta situación?
El carácter de no todas las personas difíciles está más allá de la posibilidad de cambio, a pesar de que sean personas tercas con comportamientos férreos. Pero existe una regla de oro que no puedes ignorar: Nadie cambia a menos que así lo desea. Las personas difíciles rara vez quieren un cambio pero si se tienen una relación estrecha con esa persona difícil, es posible encontrar un momento en el que puedas sentarte a tener una charla franca sobre las cosas que le frustran. Lo que tienes que tener en cuenta es que al hacer esto tienes que pensar previamente en una “estrategia de salida” porque si la persona difícil termina resentida contigo por meter la nariz donde no debes e intentas lograr un cambio en ella puede resultar contraproducente.
Los mejores escenarios en los que puedas esperar a que se produzca un cambio es si:
- Tienes una conexión personal con la persona
- Te has ganado su respeto
- Piensas que la persona se encuentra un poco abierta al cambio
- Has recibido señales de que quiere cambiar
- No le tienes miedo ni te intimida
Ambas son personas bastante semejantes. Si la persona difícil está en una posición dominante, como que por ejemplo es tu jefe, entonces estás en una posición desequilibrada. Respecto a esto tengo una advertencia final: las personas difíciles no van a cambiar solo para que te sientas mejor. El peor de los escenarios para estas personas puede suceder cuando se sientan tan enojados, frustrados y hartos que pierdan la compostura y el mismo les exija un cambio.
¿No tengo más remedio que soportar esta situación?
Cuando no se puede cambiar una situación solo quedan opciones: o bien aguantarse o bien alejarse. La mayoría de las personas no somos muy eficaces a la hora de hacer cambiar a alguien, por lo que nuestra otra opción consiste en adaptarnos de diversas maneras. Las personas somos muy buenas actualizándonos, adaptándonos – como lo venimos haciendo desde hace miles de años – a la vida social a fin de lograr llevarnos bien con los demás. Es razonable suponer que existe una persona difícil en tu vida en este momento ¿quién no la tiene? También es de suponerse que has aprendido a adaptarte a esta. La verdadera pregunta aquí es si estás haciéndole frente de una manera saludable o no.