Síntomas de autoestima baja

La gente no nace con falta de autoestima.  Tampoco es algo que nacemos sabiendo, sino que la autoestima debe ser enseñada. Pero si nuestros padres nos dijeron que no somos dignos de alguna cosa o en la escuela nos repetían que éramos feos, finalmente esas son las creencias con las que crecimos.

Síntomas de autoestima bajaQuizás vivimos en una sociedad que crea ideales inalcanzables con los que nadie puede vivir y somos bombardeados muy frecuentemente con estas imágenes que nos recuerdan que no somos dignos o suficientemente buenos.

 La baja autoestima surge cuando en lugar de aceptarnos tal y como somos, nos exigimos ser como creemos que debemos ser o como los demás quieren que seamos. Esto nos lleva a estar en la búsqueda constante de nuestro “Yo ideal”, que muy difícilmente se podrá corresponder con la realidad, pero que buscaremos sin cesar y sin conseguir nuestro objetivo, lo que nos llevará a frustrarnos y a no sentirnos capaces “de nada”.

En general, la literatura que aborda la manera de enfrentar y resolver problemas psicológicos siempre incluye de alguna manera el trabajo sobre le autoestima, aunque no suele hacerse hincapié en su importancia ni en la manera correcta de realizarlo.  La baja autoestima es una señal de que hemos perdido de vista nuestra valía. Una de las señales de la inestabilidad emocional es la baja autoestima, la cual se presenta en muchos otros problemas o trastornos.

Sus características, pueden ser:

 1) Temor ante los cambios.

 2) No mostrar nuestros sentimientos verdaderos.

 3) Inseguridad referente a las distintas actividades y cuestiones varias, que se pone de manifiesto en una carencia de confianza en nosotros mismos.

 4) Insatisfacción en cuanto a la consecución de nuestros logros, metas y/o objetivos personales.

 

Las personas con una autoestima baja e inseguras de sí mismas, con miedo al rechazo y a la soledad, tienden a actuar de dos maneras:

La sumisión y la aceptación, mediante mensajes repetidos por sí mismo o por su entorno, de su baja autoestima y de su inseguridad, lo que promueve aún más el miedo al rechazo, la soledad y la desconfianza en los demás, así como la dependencia.

Actuar es atacando e intimidando a la gente con la que conviven para sentirse superior y no dar a conocer sus debilidades. La persona con baja autoestima que trata de intimidar a los demás, proyecta su propio desprecio y agrede de palabra, y a veces de hecho, a quienes están cerca a ellos.

Otras señales de baja autoestima:

Desprecio de las habilidades y dones propios.

Constante frustración.

Estar a la defensiva.

Sentimientos de inferioridad.

Distorsión de la realidad.

 Una baja autoestima podría ser el origen de problemas en las relaciones con los demás, a nivel laboral, de pareja, etc. Si no nos creemos merecedores de unos buenos amigos, un buen trabajo o una buena pareja, simplemente no lucharemos por ello y no lo conseguiremos. En caso de conseguirlos, podemos decir que ha sido cosa del azar y  creer que ha sido pura suerte el que nos hayan escogido y que no vamos a ser capaces de mantenerlo, por lo que comenzaremos a boicotearnos en nuestras actuaciones. 

La baja autoestima puede estar presente en muchos problemas psicológicos, como por ejemplo, en la fobia social o en la depresión, (las dificultades en la autoestima suelen tener una importancia central), y el bajo rendimiento académico y/o profesional también está asociado a una baja autoestima. Y es que, la opinión que tenga la persona de su rendimiento influirá en su auto-evaluación y a su vez en su autoestima.

La autoestima puede cambiarse,  pero para ello debemos poder descubrir esas capacidades y talentos que tenemos dormidos.

Así como aprendemos  a juzgarnos    negativamente por nosotros mismos  a través de comentarios negativos, podemos  aprender a valorarnos a nosotros mismos, encontrar aquellas cosas en las que somos buenos y tenemos  aptitudes y capacidades para reforzarlas, y a través de ellas superar aquellas cosas en las que tenemos  ciertas debilidades.

Debes comprender que ninguna terapia por más reconocida que sea, hará magia en tu vida y el éxito de la terapia dependerá del compromiso que asumas tú, porque recuerda que la autoestima es el valor que tú te concedes a ti mismo y esa valoración propia solo puede provenir de ti.