Causas del estrés

Ordenar y organizar el ambiente físico de nuestro espacio personal nos puede ayudar a iniciar el cambio. Organizar nuestro entorno nos puede ayudar a trabajar y a descansar mejor. La falta de organización y el desorden constante pueden provocar sentimientos de impotencia, desesperanza y derrota, sin mencionar los altos niveles de cortisol, la hormona del estrés. “El estrés tóxico” lo hace envejecer rápidamente, afectando a casi todos los tejidos y órganos de tu cuerpo.

Causas del estrésLos armarios repletos y los cajones desorganizados no solo son molestos a la vista, también hacen crecer la ansiedad y son una de las causas del estrés. El desorden impide hacer las cosas a tiempo.

En consecuencia, no cumplimos con los plazos, olvidamos las citas e irritamos a nuestros amigos y la gente con la que trabajamos, todo lo cual provoca estrés que dificulta aún más organizarse.  Es un círculo vicioso. Pero el desorden tiene un propósito inconsciente, oculta problemas de nuestra vida que no queremos enfrentar.

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El primer paso para hacerle frente a esto es reconociendo las profundas causas que puedan generar esto.

  1. Estás eludiendo algo.  Tal vez las cuentas y las facturas que llegan al final del mes se están acumulando cada vez más porque no quieres hacerle frente a tus problemas económicos. La gente piensa “ si organizo mis papeles voy a descubrir que mis finanzas son un caos”  lo cual conlleva a una modificación en la manera en que se gasta el dinero.
  2. Temor al fracaso. La desorganización nos da un pretexto para no luchar por nuestros sueños. Si fracasamos, no podríamos culpar a nadie más por tal resultado, en cambio, culpar a la desorganización resulta mucho más sencilla.
  3. Aun no aceptas  ni estás listo para los cambios. Nuestras pertenencias nos permiten aferrarnos a una parte de nosotros que no estamos preparados para soltar. Sin que lo notes, a veces la ropa que guardamos en el closet es la culpable. Solemos conservar prendas de tallas pequeñas en la que esperamos volver a entrar,  indicando con ello que no estamos a gusto con los kilos que hemos ganado. Y guardar ropa de talle grande es señal de que estamos hartos de seguir un estricto régimen de ejercicios y dietas. La ropa que ya no usas puede minar sutilmente tu identidad: la ropa pequeña te convencerá de que estás gorda y la ropa grande te alentará a retomar tus viejos hábitos de alimentación.
  4. Deseas esconderte. ¿No puedes ser el anfitrión de una cena o reunión familiar porque tu casa es un chiquero? Quizás  en el fondo sólo quieras aislarte de tus amigos y amistades.

Lo más importante es querer cambiar, y estar dispuesto a hacer el esfuerzo que eso conlleva. Las personas deben estar preparadas para dar este paso, porque en muchas ocasiones ese desorden que se refleja en sus casas, significa también un desorden interno en su vida y cuando esto no se descubre, entonces los cambios serán un poco complicados.

También es muy importante marcarse objetivos concretos y sencillos. Por ejemplo, si habitualmente tienes toda la casa desorganizada, sería bueno decidir no dejar la ropa tirada por el suelo como un primer objetivo.  Si el objetivo es demasiado alto (por ejemplo: tener la casa absolutamente organizada) es muy fácil que desistamos en el propósito nada más empezar. Hay que priorizar objetivos por orden de importancia.

Algunas veces uno tiene más de lo que razonablemente necesita de un solo tipo de artículo, como juguetes, decoraciones, y ropa. Por lo general, el mantener una “representación” de los artículos preciados estará bien. Decida qué tanto es suficiente y comparta el resto regalando.

También es bueno premiarnos por los objetivos que vayamos alcanzando. Por ejemplo: si consigo estar una semana sin tirar nada por la casa me compro ese libro que quiero leer. lo más importante no desistir. Hay que ser perseverante, esto es la estrella del cambio. Aunque algún día se dejen los pantalones tirados en el suelo no hay que darse por vencido.

Fíjate en todo lo que se va acumulando semana tras semana. Cartas, revistas, publicidad… Está bien tener todo eso en la mesa del comedor durante un día, pero después ya no servirá para nada. Ves haciendo limpieza antes que se acumulen papeles correspondientes a varias semanas.

También es bueno ir revisando y adaptando los objetivos. El establecimiento  de sub-metas siempre facilita el cambio y aumenta la motivación, al ser uno consciente de que no es tan complicado el cambio como pensaba.