La felicidad comienza por los cambios

Una vida más saludable, más plena y feliz puede ser una meta que muchos de nosotros deseamos, pero pocos son los que ponen manos a la obra para alcanzar esta meta. La verdadera felicidad pudiera no ser solamente lo que comúnmente pensamos, como una gran suma de dinero en el banco, una esposa bonita o una gran casa.

La felicidad comienza por los cambiosSi bien podemos ser felices con lo que tenemos, es posible aumentar el disfrute del presenta al tomar en cuenta los siguientes consejos:

No te quejes tanto. La gente exitosa no se queja todo el tiempo, sino que piensan en los beneficios que una situación no planeada les puede traer. En pocas palabras, no pensamos  tanto en el problema sino en la solución del mismo.

No dejes que la pereza te gane. Trata de hacerle frente a la pereza. Sé que hay momentos de hastío en los que no quisieras hacer nada más que tirarte en tu cama y dormir, pero recuerda que la felicidad y la pereza son incompatibles.

Ten una buena actitud hacia los demás. Desarrolla tu talento para reforzar tus relaciones interpersonales  y para encontrar verdaderos amigos. Busca personas que compartan tus mismos intereses y una visión positiva de la vida.

Trabaja duro. ¡Esfuérzate! Concéntrate en tus metas. Se paciente y trabaja duro para lograrlas. Ser laborioso significa trabajar más duro que los demás, estudiar más que los demás e incluso en ocasiones, sufrir más que los demás. Debes comprender la importancia que tiene la gratificación que se obtiene luego de lograr objetivos y metas propuestas, y luchar para conseguirla.

Pasa menos tiempo frente al televisor. Al ver menos televisión no me refiero a que no puedas divertirte y distraerte un rato, sino a que evites esos programas que pudieran cargarte de información negativa o que te pongan irritable. Sin embargo, ver una buena película o un documental podría incluso animarte a seguir trabajando en tus metas o analizar cómo es que alguien más puso manos a la obra para lograr las suyas.

Determina tus objetivos en la vida. No solo se trata de establecer metas, sino de fijar los pequeños pasos que te acercarán a la misma. Revisa periódicamente tu progreso y en caso de estancarte en alguno de éstos “escalones”, piensa en las soluciones alternativas al mismo para poder continuar con este ascenso hacia tu meta fijada.

Enfrenta tus problemas. La vida no es fácil y más cuando tenemos muchos problemas con los cuales lidiar. No obstante, la solución tampoco es ignorarlo o rehuir de estos. El ver la vida fácil o difícil únicamente depende de la actitud con que tomes los obstáculos con los que te enfrentas en el camino. La actitud lo es todo, y ser positivo siempre te llevará a enfocar adecuadamente los problemas de manera que encuentres una solución fácilmente y además, obtengas un aprendizaje de ello. Inclusive de los errores aprendemos, así que no hay necesidad de verlo como algo negativo.

Vive el presente. Debemos comprender que todo lo que nos ha sucedido ha sido por un motivo y que nos ha transformado en la persona que somos ahora y nos ha permitido aprender. A menudo volvemos a encontrarnos con lecciones que quizás creíamos haber aprendido pero posiblemente nos hace falta revisar, o bien otras que en su momento fuimos incapaces de aprender porque no estábamos preparados y surgen nuevamente porque ahora sí lo estamos Hacer planes a futuro así como el establecimiento de tus metas a largo plazo es algo importante. Pero también debes aprender a disfrutar el momento presente y valorar aquello que tienes.