Nada es imposible

Todos nosotros tenemos épocas malas en nuestras vidas. Seres queridos que ya por desgracia no están, amistades que se rompen, amores que se terminan, vidas que cambian de manera inesperada… Todas estas pueden ser razones más que de sobra para que nos sintamos abatidos y destruidos y que incluso pueda ser el fin de todo ya que nos sentimos sin fuerzas para continuar y seguir adelante. Pero ¿os digo un secreto? Nada es imposible, el fin de una etapa solo significa que es el principio de otra.

Puede que al principionada es imposible no lo veamos así y que cuando nos ocurren cosas negativas en nuestra vida veamos incluso todo lo contrario y pensemos que ese fin es el fin de todo. Pero a día de hoy, como dice el dicho, nadie muere por nadie. Así que si algo no va bien, es precisamente en ese momento cuando debemos levantarnos, mirarnos al espejo y decirnos a nosotros mismos que todo cambiará y que volveremos a ser los dueños de nuestras propias vidas.

La actitud es la base de todo

Cuando atravesamos por algunas de estas etapas negativas, solemos pensar que ya nada en el mundo podrá hacernos felices. Nos pasamos días llorando en nuestra cama en busca de algún consuelo. Y está bien, podemos permitirnos algún día de bajón, pero una vez que hemos pasado ese día, todo lo malo se acabó. Es hora de comenzar de nuevo. De comenzar a vivir y a ser felices otra vez tanto o incluso más de lo que lo habíamos sido hasta entonces.

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Podemos comenzar nuestra nueva etapa haciendo algunas de las cosas que nos hagan felices. Por ejemplo, podemos retomar esos estudios que un día abandonamos por alguna razón estúpida y que en realidad queríamos continuar. O podemos salir a pasear cada día con una sonrisa para demostrarle al mundo que nada podrá con nosotros.

Salir con nuestros amigos, visitar a la familia, e incluso tener una mascota, son algunas de las cosas que nos ayudarán en este nuevo comienzo en el que debemos proponernos por encima de todo ser felices de una vez por todas. Porque la vida son solo dos días y no estamos en ella para sufrir sino para ser felices.

Así que si sientes que es el fin y que todo se acaba, piensa que solo es una etapa más en tu vida, y que la que comienzas ahora puede ser mucho mejor que la que has dejado atrás. Recuerda ser feliz cada uno de los días. Y si el mundo te da la espalda, alza tu sonrisa al mundo.